Falta de personal
Una vecina de Gijón va a su centro de salud y no da crédito a lo que se encuentra al llegar: "Cabreo"
María Teresa vive en el barrio de Pumarín, tiene problemas de movilidad reducida y ha contado en COPE su enfado por lo que se ha encontrado en el centro
Asturias - Publicado el - Actualizado
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La escasez de profesionales sanitarios no es nueva. Es, de hecho, una vieja reclamación de los propios médicos y enfermeras. Según los últimos cálculos del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), el Principado tiene un déficit de medio millar de profesionales; y el SATSE, el Sindicato de Enfermería, estima que la comunidad tendría que tener 2.500 enfermeras más para ofrecer una atención óptima.
Contadas en una noticia, parecen simples cifras; pero detrás de los números hay historias de pacientes que sufren las consecuencias de la escasez de médicos. Historias como la de María Teresa. Es una vecina de Gijón, con movilidad reducida, y ha salido "con un cabreo importante" del centro de salud.
Su historia comienza con un pequeño problema bucal. Una infección que le genera malestar y que le hace necesitar un tratamiento con antibiótico. Debido a su discapacidad -con un grado superior al 60%-, decidió llamar al teléfono de su centro de salud. Es el Severo Ochoa, junto a la avenida de la Constitución, porque ella reside en el barrio de Pumarín.
Sin respuesta al teléfono
Pero fue una misión imposible: "Llamé, llamé y llamé, pero no hubo manera en toda la mañana", explica María Teresa. Abunda, disgustada, que "ni desde el teléfono fijo, ni desde el móvil, ni a las nueve, ni a las diez, ni a las once".
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Advierte de que no es un problema nuevo. No es la primera vez que le cuesta contactar con el ambulatorio; pero, "en otras ocasiones, acaban cogiéndolo, aunque sea a las doce de la mañana".
Tras fracasar en su intento de que "el médico me hiciese una receta electrónica", fue al centro de salud. Lo hizo pasadas las 14:00 horas, después de acudir a una terapia, pero lo que se encontró allí tampoco rebajó su desazón: "Había una cola enorme en el mostrador, con mucha gente esperando porque había una sola persona atendiendo... una persona".
Una hora de espera
"Después -explica-, se sumó otra segunda persona, que vino con mascarilla y dos guantes en cada mano, y fue la que me atendió a mí"; pero, "entre pitos y flautas, estuve una hora esperando en la cola para que me derivaran al médico".
El enfado de María Teresa es mayúsculo porque "somos gente de determinada edad, había una señora con un andador y yo, debido a mi discapacidad, no puedo estar mucho tiempo de pie". Además, "en este caso, era una urgencia, y estuve una hora esperando". Excusa, en cualquier caso, a los profesionales sanitarios, que fueron "súper amables", pero "están desbordadas".
De hecho, tiene claro quiénes son los culpables: "Los que nos gobiernan tienen que tomar medidas, porque esto no es de ahora", asegura. Además de su queja en COPE, va a presentar una queja formal ante el Principado porque "es un desbarajuste y no lo tenemos que pagar los ciudadanos, que no vamos al médico porque queremos".
Médicos MIR para reforzar la plantilla
Aunque la escasez de médicos no se palia únicamente con ellos, el Servicio de Salud del Principado ha intentado 'amarrar' a varios de los médicos que han terminado, este mes de septiembre, su residencia. De hecho, en el Área Sanitaria V, con cabecera en Gijón, una docena de MIR se han incorporado a Atención Primaria para reforzar las escasas plantillas de los ambulatorios.