'García', un viaje al Gijón de finales de los 70 a través de las letras

Gijón, 1979. Estamos en el Gijón de la palada de oricios, de los cines, de las misas de don Boni en San Pedro; el Gijón de vagabundos ilustres como el Mercromino o el Coco; el de la Loca de las Palomas; el Gijón de Carantoña, con sus artículos diarios en El Comercio; el del Dindurra y el Bariloche en plena efervescencia; el de los colegios familiares.

En uno de ellos, en el más bello de todos, la Academia España (hoy llamada Colegio San Lorenzo), situada a pie de mar, vamos a poner el foco principal de atención. Ocupa una torre de estilo medieval levantada frente a la rampa de la escalera 2 en el siglo XVII, con una capilla y una vivienda anexa. En ella viven la directora, doña Carmen, y su marido, García, eje central de nuestra historia.

Mientras las profesoras dan clase, García se ocupa de todo lo demás. De gobernar la entrada al colegio, de pasar la fregona a los baños, de tocar el silbato en los recreos. Es el hombre para todo. Pero esto no le impide disfrutar a diario de su pasión. En cuanto los niños están sentados en sus pupitres, él se da un refrescante baño en el Cantábrico. Todo el año, salvo diluvio universal.

Con esta premisa, Adrián Ausín ha escrito una novela llena de vida y de nostalgias de la que ha hablado en el espacio de COPE Gijón en el que, cada viernes, Rafa Gutiérrez, de la librería La Buena Letra, ofrece a los oyentes algunas recomendaciones literarias.