Espacios sin humo: un paso más en la lucha contra el tabaco

La Asociación Española Contra el Cáncer pide un cambio en la normativa legal que regule el espacio y convertirlo en un lugar libre de humo, en el que esté prohibido fumar

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Entrevista con Rocío Toledo, técnica de prevención de la AECC en Asturias

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El proyecto “Espacios Sin Humo”, que acaba de presentar la Asociación Española Contra el Cáncer en Asturias, consiste en generar entornos saludables para proteger nuestra salud y prevenir enfermedades, especialmente en la defensa de la salud de los menores.

Con esta iniciativa se busca promover una vida libre de humo, desnormalizar el hábito de fumar e incentivar el abandono del hábito y ayudar en el proceso.

La Asociación Española Contra el Cáncer pide un cambio en la normativa legal que regule el espacio y convertirlo en un lugar libre de humo, en el que esté prohibido fumar.

Fumar mata. Esta es otra frase contundente que nadie puede dar por desconocida, pues está escrita en todas las cajetillas de cigarrillos. Conseguir que toda una generación esté libre del humo del tabaco es la meta para el año 2030, y en ello vamos a depositar una buena parte de nuestro esfuerzo. Para alcanzarla, contamos también con el apoyo de la mayoría de la sociedad.

Rocío Toledo, técnica de prevención de la AECC en Asturias, descubre en Mediodía COPE Asturias las claves de la nueva campaña contra el tabaco.

El poder adictivo de la nicotina es tan intenso, que un gran número de jóvenes se inician en el tabaco a la temprana edad de los 14 años y se mantienen como adultos fumadores. Si añadimos que la prevalencia de la población fumadora en España es muy elevada (16,4% en las mujeres y el 23,3% en los hombres), la conclusión es que tenemos aún un gran reto por resolver.

Si queremos incidir en estas cifras, es importante que centremos nuestros esfuerzos en evitar que nuestros jóvenes se inicien en el hábito, que no tomen contacto con el primer cigarrillo, que se conviertan en no fumadores”. “Por este motivo apoyamos todas las acciones que se convoquen para que fumar en público sea visto como una anomalía y como un hecho que incide en la salud de las personas del entorno”.

No solo es el tabaquismo activo el que hay que evitar, sino que el tabaco pasivo está implicado en numerosas enfermedades y debe ser reducido a la mínima expresión. Hagamos entre todos un esfuerzo para que no se fume en las terrazas de la hostelería, que nuestras calles estén limpias de colillas, que las playas no sean un enorme cenicero.

La AECC considera que en las cercanías de las escuelas no deberían disponer de venta ambulante de cigarrillos, los parques infantiles no deberían contemplar como los padres fuman mientras vigilan el juego de sus hijos. El interior de los vehículos con niños es también un buen lugar para respirar aire limpio de humo.

Las cifras que relacionan el tabaco con el cáncer son escalofriantes. Todos los territorios por donde circula el aire que respiramos, ya sea la laringe, la tráquea o los bronquios están directamente en contacto con el humo del tabaco, ya sea de forma directa o indirecta. Hay que recordar que más del 80% de todos los tipos de cáncer de pulmón están íntimamente relacionados con el tabaco. Las zonas cercanas al paso del humo, ya sean la boca, la faringe o el esófago, también están directamente expuestas, y por otra parte, la circulación sanguínea transporta sustancias inductoras de cáncer a todo el organismo.

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