fenómeno astronómico
Asturias tiene estos días las mareas más grandes de la última década y no se repetirán hasta 2042: ¿por qué son tan intensas?
El investigador del Centro Oceanográfico de Gijón César González Pola explica, en COPE, los motivos de esta crecida del Cantábrico que ha puesto en prealerta a toda la costa del Principado
Asturias - Publicado el
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Asturias vive, estos días, la mayor marea de la última década. Es una gran marea astronómica que, sin embargo, no está dejando imágenes espectaculares de oleaje gracias a las buenas condiciones meteorológicas. A pesar de ello, el nivel del mar sube por encima de los dos metros y toda la costa del Principado se encuentra en prealerta.
Especialmente atentos al Cantábrico están en cuatro concejos, que tienen un mayor riesgo de inundación: Villaviciosa, Ribadesella, Vegadeo y Navia. En este último, de hecho, ha sido necesario cerrar el Paseo Marítimo porque el agua ha alcanzado su nivel.
En Vegadeo, han colocado sacas de contención en las zonas que “queremos controlar”. El alcalde del municipio, César Álvarez, ha explicado en COPE que servirá como prueba de cara al invierno: “Cualquier día, repetiremos estas circunstancias” y reclama, al Ministerio, que ejecute el proyecto de 'Defensa Vegadeo' frente a las riadas. De hecho, se han inundado algunas zonas en este concejo del occidente asturiano.
Más allá de estos municipios, no se esperan complicaciones. En Gijón, donde los temporales dejan imágenes espectaculares con olas de gran altura que superan el paseo del Muro de San Lorenzo y llegan hasta los negocios tras la carretera, también esperan que este fenómeno pase sin consecuencias. Por si acaso, el Ayuntamiento ha cerrado parte del paseo.
“Siempre nos preocupa, y tenemos un par de tablones para tapar puerta y escaparate si pasa el agua, pero no los utilizamos desde el temporal de 2014”, ha explicado Cristina, al frente de la tienda de ropa y complemento Cascanueces, entre las escaleras 2 y 3 de la playa. Recuerda que “el pasado invierno nos entró un poco de agua por debajo de la puerta”, pero confía en que “no sea grave la cosa”.
A priori, no lo será. Según ha contado, en COPE, el investigador del Centro Oceanográfico de Gijón César González Pola, “el fuerte oleaje tiene que ver con la meteorología, con el viento, no con las mareas”. Reconoce que “si hubiese mucho oleaje y una borrasca, el efecto sí sería mucho mayor”. Pero no es el caso.
De hecho, “no va a ser una subida del nivel del mar que sea fácil distinguir a simple vista”, según este investigador que explica que, “en comparación con otras mareas vivas de septiembre, será 4 o 5 centímetros más grande”.
Y es que las mareas vivas no son excepcionales. De hecho, hay dos mareas vivas al mes, cuando se alinean la luna y el sol: cuando hay Luna Nueva y Luna Llena. En los meses de marzo y septiembre, además, la marea es más intensa porque el sol se encuentra sobre el Ecuador (equinoccios de otoño y primavera).
Además, hay otros factores que hacen que las mareas tengan “más empuje”: que la luna se encuentre más cerca de la luna que de costumbre y esté pasando por el ecuador (como el sol en marzo y septiembre, de manera que la alineación de La Tierra, la luna y el sol sea “casi perfecta”). Factores que, en este caso, coinciden todos.
Una coincidencia que se repite “cada ciertos años” y que hace que haya mareas especialmente intensas con una cadencia, coincidiendo con las fases lunares, de 4'5, 9 y 18 años. Por lo que la próxima marea astronómica, una similar a la que vive estos días la costa cantábrica no se repetirá hasta más allá de 2040.