PROHIBICIÓN
Un médico de Asturias advierte de los efectos de mezclar bebidas energéticas y alcohol: "Para toda la vida"
Los especialistas advierten sobre los riesgos del consumo excesivo de bebidas energéticas y el Gobierno del Principado anuncia que prohibirá su venta a menores de 16 años
Oviedo - Publicado el - Actualizado
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El Principado de Asturias prohibirá la venta de bebidas energéticas a menores de 16 años, una medida anunciada por el consejero de Derechos Ciudadanos que busca frenar el consumo de estas sustancias entre los más jóvenes.
Esta decisión, que ya está en vigor en otras comunidades autónomas de España, responde a las crecientes preocupaciones sobre los efectos adversos que pueden tener estas bebidas en la salud de los adolescentes. El consumo de bebidas energéticas ha aumentado de forma significativa en los últimos años entre la población juvenil, a pesar de las múltiples advertencias de los especialistas sobre los peligros asociados a su ingesta.
Las bebidas energéticas, que contienen una alta concentración de cafeína, azúcares y otros estimulantes, son frecuentemente consumidas por los adolescentes con fines recreativos. En muchas ocasiones, se combinan con alcohol, lo que incrementa de manera alarmante los riesgos para la salud.
José Antonio García Fernández, presidente de la Sociedad Asturiana de Medicina de Urgencias (Semes Asturias), ha subrayado en COPE Asturias que, si bien los casos graves de intoxicación no son habituales, el abuso de estas bebidas provoca, de forma esporádica, ingresos en el servicio de urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), los peligros asociados a su ingesta.
El doctor García Fernández ha explicado que los jóvenes que consumen estas bebidas de forma excesiva suelen presentarse en los hospitales durante los fines de semana, cuando el uso recreativo de las mismas es más común.
Casos graves en Urgencias
"Hemos tratado a jóvenes que han llegado con síntomas graves a urgencias. Uno de los casos más impactantes fue el de un chico de 19 años que, tras el consumo excesivo de estas bebidas, sufrió un infarto que le ha dejado secuelas de por vida. Su corazón ha quedado permanentemente dañado, y eso afectará su calidad de vida para siempre", relata el facultativo.
Los efectos secundarios de la ingesta abusiva de bebidas energéticas incluyen síntomas como hiperactividad, agitación e incluso crisis hipertensivas. En los casos más graves, los pacientes pueden desarrollar arritmias cardíacas, que son alteraciones peligrosas en el ritmo del corazón. "En algunos jóvenes hemos detectado lo que llamamos síndromes coronarios agudos, un tipo de daño en el corazón que puede ser comparable a un infarto. Esto deja cicatrices en el corazón, comprometiendo su correcto funcionamiento para el resto de la vida de la persona afectada", señala el médico.