Una empresa de Asturias que cumple el sueño de cualquier negocio: venderlo todo

Es el sueño de cualquier negocio: venderlo todo. Es lo que le ha ocurrido al grupo Central Lechera Asturiana, que espera cerrar 2024 con una cifra histórica de facturación que puede superar los 1.000 millones de euros. “Podíamos haber crecido más, pero nos hemos quedado sin nata y mantequilla para vender”, ha explicado con cierto orgullo el director general de Central Lechera Asturiana SAT y de CAPSA Food, José Armando Tellado, porque “es la primera vez que no podemos vender más”. 

El presidente de Central Lechera Asturiana SAT, Alberto Álvarez, añade la estrategia a seguir. El objetivo ahora es ganar terreno en Galicia donde se produce el 40 por ciento de la leche de España. “Ya tenemos socios gallegos, pero hay lista de espera de productores para sumarse a nuestro proyecto y lo haremos de forma ordenada”. En la actualidad hay 860 socios productores, 66 abastecedores y en torno a 5.500 socios pasivos que forman parte de la historia de la empresa.

APUESTA POR EL QUESO 

Otro gran reto para 2025 es la integración de Flor de Burgos en el grupo y seguir avanzando en la participación en el capital de Innolact. El objetivo es colocar el negocio de los quesos al mismo nivel que el de la leche, la manquilla y la nata. Tellado aspira a multiplicar por cinco la venta de quesos y pasar de los 30 millones de 2019 a facturar entre 150 y 180 millones en 2027.

PRECIO DE LA LECHE

Tellado cree que el precio de la leche debería tener un precio superior en los lineales de los supermercados porque es uno de los productos más baratos. En su opinión, el consumidor está dispuesto a pagarlo porque “aprecia su valor nutricional y la importancia que tiene para mantener la actividad ganadera en los pueblos”.

renuncia al perte

Pese a los buenos resultados conseguidos en 2024, el grupo Central Lechera Asturiana va a renunciar a la subvención de 2,5 millones del PERTE de descarbonización para construir una planta de biomasa en la factoría de Granda. “No descartamos hacerlo en un futuro, pero en este momento no lo consideramos adecuado por falta de seguridad jurídica y de visibilidad sobre cuál puede ser el tratamiento de la biomasa en cuanto a los derechos de emisión”.