Las estaciones de esquí de Asturias podrían reabrir sus pistas este fin de semana: “Lo estamos deseando”
Tanto Valgrande-Pajares como Fuentes de Invierno confían en que la borrasca Ivo les ayude a retomar la temporada
Oviedo - Publicado el - Actualizado
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Las estaciones de esquí de Valgrande-Pajares y Fuentes de Invierno llevan cerradas casi un mes. La temporada había empezado en diciembre, pero la falta de nieve obligó a cerrar las pistas coincidiendo con la llegada del año 2025. A punto de caer la primera hoja del calendario, la borrasca Ivo ha devuelto la ilusión a los aficionados que confían en que deje una “nevadona” que haga posible retomar los deportes de invierno en las montañas asturianas.
FUENTES DE INVIERNO
Los partes de nieve prevén espesores de hasta medio metro tanto en la estación de Lena como en la ubicada en el municipio de Aller. “Con esa cantidad podríamos abrir, pero hace falta un buen espesor porque partimos de cero”, ha explicado en COPE el director de Fuentes de Invierno, Jorge García, que espera poder abrir las pistas “cuanto antes” y que los usuarios vuelvan a la estación y generen actividad económica en todo el entorno. "En cuanto tengamos la nieve mínima para empezar, nos ponemos en marcha, lo estamos deseando".
VALGRANDE-PAJARES
Algo más optimista se muestra Javier Martínez, al frente de las instalaciones de Valgrande-Pajares. “Yo creo que sí, que con la nieve que nos anuncian vamos a poder abrir, pero tienen que cumplirse las previsiones”. La ventisca que la borrasca Ivo ha levantado en la zona no permite utilizar los cañones de nieve artificial para dar el impulso definitivo a la reapertura de las pistas porque “el aire se lleva lo que produces a cualquier sitio”. Las esperanzas están puestas en que caiga una nevada copiosa que permita retomar la campaña interrumpida a primeros de enero. Si las predicciones se cumplen, "estamos a tiempo de hacer una buena temporada", ha asegurado Martínez en COPE.
Asturias, en alerta por nieve
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha activado en Asturias el aviso amarillo ante la previsión de nevadas copiosas a 1.000 metros de altitud que pueden dejar espesores de diez centímetros. En las cumbres, podrían ser mucho mayores. De ahí la esperanza que aguardan los esquiadores de poder volver a deslizarse por las pistas de las estaciones asturianas.