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Fabada solidaria en el epicentro de la DANA: un hostelero de Asturias reparte mil raciones diarias a los afectados
Iván Suárez cocina en Paiporta el típico plato asturiano para que los damnificados tengan "algo caliente"
Oviedo - Publicado el
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No se lo pensó dos veces al ver el alcance de las riadas en Valencia. Iván Suárez, propietario de El Llagar de Colloto y Casa Conrado (Oviedo), preparó mil raciones de fabada, alquiló un camión y se fue directo a Paiporta con su hijo, su primo y su pareja a llevar comida caliente a los habitantes de una de las localidades más afectadas por la DANA. El hostelero asturiano repartió en un solo día toda la comida que llevaba hecha en recipientes individuales. “Hemos entregado 1.000 raciones y si hubiera traído 3.000, también las habría dado”, explica emocionado.
"es necesario comer caliente"
Aparte de los platos cocinados, Iván Suárez llevaba en el camión otros 350 kilos de fabas y el compango correspondiente (chorizo, morcilla y lacón) para preparar otras 3.000 raciones más del típico plato asturiano. “Comer caliente sienta bien y es necesario”, ha asegurado en una entrevista en COPE Asturias.
Preparar comida para un millar de personas en una zona donde solo hay barro y escasea el agua, no es tarea fácil. Sin embargo, esta familia hostelera se ha desplazado a Paiporta “con todo lo necesario”. El menú que ofrecen a los habitantes de la zona exige poner el día antes a remojo las fabas en agua y levantarse pronto para cocinarlas a fuego lento, como manda la tradición. “Nos levantamos a las cinco de la mañana a trabajar, pero solo es un grano de arena viendo todo lo que necesitan”, explica Iván Suárez.
"La solidaridad es increíble"
Aunque los ingredientes para cocinar la fabada se van a acabando, la ola de solidaridad que recorre toda España está provocando que otros asturianos con previsión de desplazarse a Valencia le lleven más fabas, chorizo, morcilla y lacón para que los afectados por la DANA sigan comiendo caliente.
“Es increíble la marea de gente que hay aquí ayudando, es un orgullo ver como responde la gente y la solidaridad que existe”, afirma emocionado Iván Suárez que está durmiendo en una autocaravana. Junto a sus familiares. “Es como un campamento de guerra”, asegura el hostelero mientras vigila los fogones.