La historia del busto más "icónico" de Asturias: "Tuvo que venir un camión grúa para colocarlo"

Asturias ha perdido esta semana a uno de sus referentes en el mundo de la escultura. Vicente Menéndez-Santarúa fallecía este lunes, dejando un vacío en el panorama artístico regional y un reguero de obras ilustres que se han hecho iconos en todos los rincones del Principado. Por ejemplo, la estatua de Woody Allen en Oviedo, la de Manolo Preciado junto a El Molinón, en Gijón o la de Carreño Miranda, custodiando el Palacio de Camposagrado en Avilés. Fue precisamente en Avilés donde residía y desde donde dio rienda suelta a su arte a lo largo de su carrera. Siempre sin olvidar su Candás natal.

Otra de sus obras más icónicas es el busto de Philippe Costeau en el que culmina la roca de La Peñona, en Salinas. Lleva erigiéndose como guardián del Cantábrico nada menos que 30 años, desde que se inauguró el Museo de Anclas. Es una pieza de bronce fundido que luce como el primer día, pese a estar colgando al mar y recibiendo a diario multitud de olas. Tiene un realismo excepcional. El pelo con rizos y la barba agitada, como si en realidad estuviera regada por el mar a diario. Pesa nada menos que diez toneladas. Ese peso dificultó su colocación y en transporte hasta París, donde fue presentado en la sede de la UNESCO. Hubo que llevarlo en un transporte especial.

Colocar el busto en la roca, un hito

La elección del busto y el Museo había sido idea de la Cofradía de la Buena Mesa de la Mar, radicada en el concejo de Castrillón e impulsora del proyecto. José Antonio Villabrille forma parte de la directiva y recuerda las enormes dificultades que supuso colocar la pieza de diez toneladas sobre la roca: "Primero vino un helicóptero enorme de la Armada. E intentó colocar el busto, pero entre el aire de las aspas y el aire del mar lo hicieron imposible. Tuvo que venir un camión grúa enorme que lo colocó en su sitio y luego los operarios lo anclaron. Ahí sigue desafiando el viento y el mar".

Una escultura "icónica"

Y es que raro es el que no se sorprende al ver el busto de Costeau sobre la roca. La elección del lugar sin duda fue la ideal: "Muy inteligentemente optaron por un artista local. La obra permanece como no podía ser de otra manera y es icónica de Salinas y de La Peñona. La localización de la obra fue pensada por los que en aquel momento formaban la mesa mayor de la Cofradía. Y eligieron un sitio que resultó ser icónico.

¿Quién era Philippe Costeau?

Heredó de sus padres, Jacques-Ives su pasión por la biología marina y por los océanos. Philippe fue uno de los primeros buceadores del mundo y dedicó su vida a la mar. Falleció a los 38 años de edad en un accidente de hidroavión en el río Tajo, cerca de Lisboa.