Pedales solidarios en la Vuelta a Asturias

La Vuelta a Asturias vuelve a ponerse el maillot de la solidaridad. Coincidiendo con la celebración de la conocida como La Vueltina, del 26 al 28 de abril, ha organizado ciclocarreras a favor de la Asociación Galbán de familias de niños con cáncer de Asturias. Alcanzan la séptima edición, hay versión 'Mujer' y 'Vintage' y consiste en un circuito urbano de 2,6 kilómetros, en el entorno de la calle Uría de Oviedo.

Se celebrarán de forma conjunta este domingo, de 12:00 a 13:00 horas. En el caso de la VII Ciclocarrera de la Mujer, cada participante recibirá una bolsa de corredor que contiene una camiseta diseño reto “Vuelta a Asturias”, material de ciclismo y avituallamiento, como obsequio a su esfuerzo y solidaridad.

En el caso de la VII Ciclocarrera Vintage, además de la misma bolsa de corredor, habrá un 'Premio del Público' al mejor estilismo 'vintage'; y es que, para participar, se establece como condición llevar bigote (real o simulado, símbolo de la lucha contra el cáncer de próstata) y una indumentaria 'vintage', anterior al año 2000.

"Una obligación moral"

Todo lo recaudado con las inscripciones irá destinado a la Asociación Galbán.

La directora de la Vuelta a Asturias, Cristina Álvarez Mendo, asegura que "tenemos una responsabilidad social; pero más que un compromiso, para nosotros es una obligación moral y ética ayudar a diferentes colectivos".

Este año, en la séptima edición de las ciclocarreras solidarias, la ayuda a la Asociación Galbán servirá como impulso para una asociación que, en palabras de Álvarez Mendo, "hace un magnífico trabajo en muchos aspectos, pero sobre todo de apoyo social, psicológico y educativo con los niños enfermos y con sus familiares".

Plantación de árboles

La Vuelta a Asturias, por otra parte, continúa con su iniciativa 'El Bosque de La Vueltina', una de las acciones de Responsabilidad Social Corporativa, en la que la sostenibilidad cobra un papel fundamental. Con su plantación de árboles en Ribadesella, de la mano de Coca-Cola, la prueba ciclista asturiana busca "concienciar de que plantar árboles puede ser una forma eficaz de contribuir con el medio ambiente, ayudando a la eliminación de la huella de carbono, y por consiguiente, contribuyendo a frenar el aumento del dióxido de carbono en la atmósfera".