Rescatada una osezna de sólo tres meses en Asturias
Sólo pesa 1,9 Kg, pero se encuentra en perfecto estado. Se cree que pudo caer accidentalmente a la carretera al salir de su osera
Asturias - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Personal de la Consejería de Medio Rural de Principado de Asturias ha rescatado a una osezna de unos tres meses en el municipio de Yernes y Tameza. El animal fue encontrado por el agente mayor medioambiental de la zona Cubia-Proaza.
De acuerdo con el protocolo para estos casos, la osezna fue trasladada a una clínica veterinaria en Oviedo, donde se le realizó un análisis exhaustivo. El esbardo, de 1,9 kilogramos de peso, se encuentra en perfecto estado y se cree que pudo caer accidentalmente desde su osera a través del monte a la carretera AS-311. Se trata de una zona escarpada de difícil acceso.
La osezna ya ha sido trasladada al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria, donde permanecerá durante unos meses con la intención de reintroducirla en su hábitat natural una vez haya concluido la época de celo de los plantígrados. El centro cántabro se encuentra en un entorno natural, lo que garantizará la supervivencia del animal y evitará que se acostumbre a entornos humanizados.
Los casos de crías de oso pardo que quedan huérfanas durante sus primeros meses de vida son cada vez más frecuentes en los últimos años debido a la recuperación de la especie en la cordillera, una circunstancia que responde a diferentes causas y que se produce principalmente desde finales de la primavera hasta otoño, cuando los ejemplares tienen entre 3 y 8 meses.
Dada la escasa información disponible sobre la supervivencia de estos ejemplares en la naturaleza el protocolo de actuación ante la aparición de oseznos contempla actuar de forma proactiva en su recuperación con el fin de proporcionarles tratamiento veterinario si fuera necesario y afrontar su reintroducción en el medio natural en las mejores condiciones.
El oso pardo está declarado especie protegida desde 1973 y, pese al incremento del número de ejemplares que ha pasado de poco más de 50 ejemplares a finales a unos 370 ejemplares actualmente en la Cordillera Cantábrica, continúa en peligro de extinción en España.