Un trabajador de la construcción en Asturias cambia de rumbo: ahora tiene vacas y una ayuda de 70.000 euros para ampliar el negocio

Enrique Fernández ha decidido redirigir su futuro hacia el campo. A sus 41 años, casado y con una hija adolescente, ha dejado el trabajo que tenía en el sector de la construcción para dedicarse exclusivamente a su “verdadera pasión”. La ganadería está en el ADN de su familia. Sus abuelos y sus padres tuvieron vacas en el concejo de Salas y él ha convivido con ellas desde que era un niño. Durante una etapa de su vida, Quique, como le llaman sus amigos, compaginó el cuidado del ganado con un trabajo en la construcción que le gustaba. Pero un buen día decidió centrar todos sus esfuerzos en una profesión que exige demasiados sacrificios, que no permite días festivos, pero que “sí tiene futuro, aunque unas veces ganas más y otras, menos”. La subvención de 70.000 mil euros que le ha concedido el Gobierno de Asturias para impulsar el negocio ha sido un estímulo importante a la hora de tomar la decisión.

SUBVENCIÓN DE 70.000 EUROS

Enrique tiene 95 vacas de la raza Asturiana de los Valles. Su objetivo es comprar más animales y ampliar las instalaciones donde atender al ganado. Ese será el destino del dinero que le ha concedido la Consejería de Medio Rural del Principado. La subvención se incluye en la convocatoria “Incorpórate al agro” que fomenta el empleo y el relevo generacional en el medio rural mediante el apoyo a nuevos profesionales que se incorporen a las labores agrícolas y ganaderas.

REQUISITOS

La convocatoria del Principado se ha abierto, por primera vez, a las personas mayores de 40 años. En ese perfil encaja Quique que ya ha cumplido los 41 y quiere ampliar y fortalecer el negocio familiar enclavado en Villamar de Abajo (Salas). Entre los requisitos exigidos a los nuevos agricultores para optar a las ayudas figura que en los dos ejercicios previos a la solicitud no hayan obtenido ingresos agrarios superiores a los diez mil euros anuales.

La cuantía de las subvenciones se sitúa en 50.000 euros, aunque pueden alcanzar los 100.000 en el caso de mujeres que se incorporan a la actividad agraria, explotaciones en extensivo que adopten medidas preventivas frente a los daños de la fauna salvaje, producciones ecológicas o lácteas en zonas de montaña o producciones de alimentos amparadas por una marca de calidad.