SOCIEDAD

¿Cómo son las relaciones amorosas en el mundo animal?

La bióloga y educadora de Loro Parque, Paula Ferrer, cuenta las distintas y curiosas formas que tienen los animales al relacionarse para procrear

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Las relaciones en el mundo animal tienen un objetivo claro: la reproducción. Esto es algo común. Sin embargo, las diferentes especies tienen diferentes maneras de llevar a cabo este reto. Paula Ferrer, bióloga y educadora de Loro Parque habló en Herrera en COPE CANARIAS de la forma en que las distintas especies se emparejan y sus estrategias de supervivencia ya que existen algunas muy curiosas. “No podemos romantizar las relaciones entre animales” comentó Paula Ferrer respecto que lo que se busca es perpetuar la especie y existen múltiples formas de hacerlo al igual que podemos encontrarnos con animales que son monógamos y otras especies que practican la poligamia.

En el caso de los chimpancés, que son los animales genéticamente más parecidos a lo humanos, cuando quieren reproducirse no escogen una pareja estable. Son polígamos, o sea, que tratan de reproducirse con la mayor cantidad de parejas posible. Esto hace que haya más posibilidades de criar y también “más variabilidad genética, es muy interesante la verdad”, declaró la bióloga.

Los chimpancés viven en grupos en los que un macho dominante convive con varias hembras y sus crías. Al contrario que los gorilas, entre los que solo un macho convive con varias hembras a la manera de un harén, en los grupos de chimpancés puede haber varios machos. Pero con una clara jerarquía en la que en la cúpula está el macho dominante. Como excepción, los gibones se emparejan de manera muy estable. Puede ser incluso, de por vida.

Al contrario que los chimpancés, los pingüinos son una especie monógama. Según comentó Ferrer: “hay que imaginarse cuáles son las condiciones en que viven, en la Antártida son unas condiciones muy extremas, por ejemplo, entonces es necesario crear parejas donde los dos individuos estén comprometidos en sacar adelante el huevo”. Por eso, las parejas se unen durante ese tiempo. Eso se llama monogamia social. Es cierto, no obstante, que hay parejas que se forman y permanecen en el tiempo. Una curiosidad, es que los pingüinos también pueden formar parejas del mismo sexo para cuidar y sacar adelante un huevo abandonado.

En Loro Parque se puede ver de todo, desde una pareja de pingüinos Rey que permaneció unida hasta que uno de los dos falleció, hasta el caso de una hembra que cada año ponía un huevo con un macho distinto.

Un conocido caso de “amor para toda la vida” es el de los agapornis, son animales que necesitan vivir en compañía. Y cuando se emparejan suelen permanecer juntos. Existe la creencia de que cuando muere un miembro de la pareja, el otro se muere de pena. Esto no tiene por qué ser así, en la naturaleza, si por ejemplo se muere la hembra de una pareja y hay disponibilidad de otras, el macho buscará una nueva pareja. Lo que pasa es que en estos animales la interacción social es absolutamente necesaria para su bienestar, por lo que, si tenemos una pareja y muere uno, el otro se queda solo y esto puede afectar a su estado de ánimo y su salud, pudiendo incluso llegar a causar su muerte. Es importante que eso no ocurra.

Justo ahora ha comenzado la etapa de cría. En Loro Parque viven agapornis de todas las especies. Como las condiciones son muy buenas, crían muy bien. El parque se llena de pichones.

Relaciones bajo el agua

En el océano hay una infinidad de maneras de reproducción y algunas de ellas son las más curiosas del planeta. Los Peces Payaso son un ejemplo muy claro. En Loro Parque existe una gran colonia de ellos. Como curiosidad, son animales hermafroditas. Tienen órganos reproductivos de ambos sexos y van cambiando en función de las condiciones que se den. Es una estrategia de reproducción muy eficaz: todos nacen siendo machos y cuando llega el momento de reproducirse, el más dominante se transforma en hembra y se reproduce con uno de los machos. Si la hembra muere, el siguiente macho dominante se convertirá en hembra. Son ovíparos y la fertilización es externa, es decir, la hembra pone entre 300 y 500 huevos en la anémona (previamente despejada y limpiada por ellos) y después el macho los fertiliza.

Similar estrategia tienen las tortugas, que ponen muchos huevos. Precisamente, en Loro Parque este año las Tortugas Gigantes de Galápagos, que están en peligro de extinción, han tenido sus primeras crías dentro de un programa para ayudar a proteger esta especie. Esto no es fácil porque son animales con un metabolismo muy lento. Tom, el macho, tiene 50 años. Y esta es la primera vez que se reproduce. Las tortugas es que no se forman parejas estables de ninguna manera. Con Tom conviven Tomasa y Ronaldiña las dos hembras. De hecho, como Tom ha estado con las dos, no se sabe de quién es hija cada tortuga sin un análisis genético.

La curiosidad de los más pequeños

La bióloga y educadora de Loro Parque comentó que los niños que visitan el parque son los que hacen más preguntas por las parejas, si han criado, cómo se llaman, pero además hacen preguntas del tipo “en una pelea entre un tigre y un león, ¿quién ganaría?”. Ferrer concluyó expresando con orgullo el interés y el amor de los más pequeños por el mundo animal: “es increíble el interés que tienen, cuando se ponen a escucharte lo hacen con mucha atención y se nota que les interesa de verdad y que los animales, al final, a los niños les encantan”.