Salvar el rey de la selva africana desde Tenerife

Loro Parque Fundación desarrolla en África el proyecto Kaza con el fin de recuperar a la población de leones y su ecosistema

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El león es una de las especies más emblemáticas del mundo animal. Su potente rugido, que se puede oír hasta 8 kilómetros; su frondosa melena; y su capacidad para dirigir a las manadas le han hecho merecedor del apodo del “Rey de la Selva” aunque son animales que habitan principalmente en sabanas. Es uno de los animales que forman parte de la familia de Loro Parque. Simba, Malika y Sarabi actúan como embajadores de sus congéneres en la naturaleza, sensibilizando a los visitantes sobre la importancia de cuidar a estos emblemáticos mamíferos.

Desgraciadamente, la situación que viven en la naturaleza es dramática. En el último siglo la población de leones se ha reducido de 200.000 ejemplares a alrededor de 20.000. Este drástico descenso se debe fundamentalmente a amenazas como la caza furtiva, la pérdida de hábitat, y la falta de alimento.

Con el fin de luchar contra la extinción de las especies, Loro Parque Fundación desarrolla un proyecto de conservación in-situ llamado KAZA. La región KAZA hace referencia a una gran extensión de 519.000 km2 que abarca 5 países africanos: Angola, Botsuana, Namibia, Zambia y Zimbabue. Se estima que en ella viven más 250.000 animales salvajes, y entre ellos miles de leones.

En declaraciones en Herrera en Canarias, Rafael Zamora, director científico de Loro Parque Fundación confirmó el declive de la especie en el continente africano y puso el acento en “aplicar la ciencia” para poder ayudar a la regeneración de las poblaciones no solo de leones ya que según Zamora “todo había disminuido, no solo los leones” y no dudó en señalar al culpable de esta devastación: “la acción humana”.

Conservación y desarrollo social se dan de la mano

La conservación de la biodiversidad puede ser un gran impulsor en el desarrollo de las comunidades locales. El proyecto KAZA es un ejemplo de cómo, a través de la protección de los leones y sus ecosistemas, se pueden aumentar oportunidades económicas a través de la expansión de la economía de la vida silvestre, disminuir el aislamiento cultural y promover la paz.

La iniciativa pretender generar alianzas entre los diferentes grupos de interés para promover la mitigación de uso de la tierra, la conservación de la biodiversidad y la reducción de la pobreza.

El proyecto utiliza tecnologías avanzadas para monitorear las poblaciones de leones y la actividad de los cazadores furtivos. La implementación de teléfonos inteligentes con aplicaciones adaptadas para localizar cacerías ilegales ha sido crucial para disminuir las crueles acciones de los cazadores, quienes emplean cepos y lazos de acero para atrapar a los animales, causando muertes agónicas mientras intentan escapar.

Este proyecto financia los guardianes del proyecto que llegan a recorrer 1.400 kilómetros en patrullas a pie y 858 kilómetros en vehículo. Durante estas patrullas, se lograron retirar cientos de trampas mortales para mamíferos y designaron de manera efectiva los puntos de vigilancia para prevenir las acciones de los cazadores furtivos.