Medio ambiente

Alcaravaneras: Zona de bajas emisiones, entre dudas y promesas

Los vecinos se quejan de falta de información, mientras el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se defiende remarcando que "se ha trasladado toda la información"

Javier Benítez

Gran Canaria - Publicado el

3 min lectura

El barrio de Alcaravaneras será el primero en Canarias en acoger una Zona de Bajas Emisiones (ZBE), un proyecto destinado a reducir la contaminación ambiental en las ciudades, pero su implantación ha generado un torrente de incertidumbres entre los vecinos y comerciantes. A pesar de los anuncios del Ayuntamiento, la falta de información clara está provocando malestar entre los afectados, quienes se hacen muchas preguntas sobre el impacto de la medida en sus actividades diarias.

En Herrera en COPE Gran Canaria, Carlos Santana, presidente de la Asociación de Vecinos de Alcaravaneras, es una de las voces más críticas con el proceso. "No tenemos información concreta por parte del Ayuntamiento. Muchos vecinos y empresarios están preocupados porque no saben cómo les va a afectar", explica. Entre las principales dudas, los comerciantes se preguntan si podrán mantener sus vados si no poseen un coche eléctrico, si sus clientes podrán aparcar en la zona o cuándo empezarán a imponerse sanciones. "Estamos en una especie de limbo. Necesitamos respuestas claras", enfatiza Santana.

Hemos elegido alcaravaneras por su conexión con el transporte público y aparcamientos aleñados

El concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, José Eduardo Ramírez, ha intentado calmar los ánimos asegurando que las preocupaciones de los comerciantes están siendo atendidas. "Los empresarios no van a tener problemas con sus vados. Estos se mantendrán independientemente de si poseen o no un coche eléctrico", afirmó en declaraciones recientes. Sin embargo, advirtió que las restricciones serán estrictas para los clientes que acudan a la zona: "Si un usuario va a un restaurante o cafetería dentro de Alcaravaneras, no podrá entrar con su vehículo. Tendrá que utilizar las zonas de aparcamiento aledañas o el transporte público".

El concejal también habló sobre las sanciones, reconoció que en un principio habrá una campaña informativa y tras ella "tendremos que sancionar porque es lo que nos exige Europa". Ramírez defendió la elección del barrio para implantar la primera ZBE de Canarias, argumentando que su ubicación cuenta con varias ventajas. "Elegimos Alcaravaneras porque tiene zonas de aparcamiento cercanas y está muy bien conectada con el transporte público. Queremos que la transición sea lo más fluida posible", subrayó.

Estará operativa el año que viene

Pese a las explicaciones, los vecinos siguen preocupados por la falta de detalles concretos, especialmente sobre la normativa que regulará la ZBE. Ramírez explicó que la ordenanza aún se está preparando, pero anticipó que estará lista el próximo año. "Esperamos tener la normativa lista para el año que viene, aunque queremos atar todos los cabos antes de implementarla. Cuestionado sobre la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y Barcelona anulando las Zonas de Bajas Emisiones, el concejal asegura que reconoce que estas ordenanzas han sido objeto de denuncias, y queremos evitar problemas legales", aseguró el concejal, en alusión a los conflictos judiciales que han surgido en otras ciudades españolas.

Los vecinos y comerciantes quieren más transparencia

Mientras tanto, el ambiente en Alcaravaneras es de expectativa y cierta tensión. Aunque la idea de reducir la contaminación es bien recibida por muchos vecinos, la falta de claridad en la ejecución del proyecto y las preocupaciones sobre el impacto económico en los comercios locales generan incertidumbre. Santana insiste en que los vecinos merecen más transparencia: "No nos oponemos a las Zonas de Bajas Emisiones, pero necesitamos saber cómo se va a aplicar y cómo afectará a nuestras vidas cotidianas".

En los próximos meses, el Ayuntamiento tendrá que enfrentarse al reto de aclarar todas estas dudas y asegurar que la primera ZBE de Canarias sea un ejemplo de sostenibilidad y consenso entre las partes involucradas. Sin embargo, hasta que la normativa se haga oficial, Alcaravaneras sigue esperando respuestas que parecen tardar en llegar.