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Adición y pobreza: "ganaba 3.000 € al mes y tiré un imperio a la basura"

José Juan cobraba 3.000 euros al mes, pero perdió todo por su adición a la heroína

Javier Benítez

Gran Canaria - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

A pesar de la prosperidad que vislumbra el turismo, con un gasto en destino que supera los 20.000 millones de euros, el informe AROPE ha sido, una vez, muy claro reconociendo la situación de pobreza en el archipiélago. Según el indicador. El 37,8 % de la población de las islas está en riesgo de pobreza o exclusión social, son unas 750.000 personas que sufren esta lacra, es la mayor tasa de Europa, además el encarecimiento de la vida provoca que el 65 % de los canarios tienen dificultad para llegar a fin de mes. 

Es cierto que la pandemia ha exacerbado una situación que ya de por sí era desacerbada, impactando ya de por sí en una situación muy delicada. El encarecimiento del coste de la vida, sumado a los bajos salarios; los más bajos de España, crea un escenario en el que muchas familias luchan día a día por salir adelante.

"Cobraba 3.000 euros al mes y tiré un imperio a la basura"

Más allá de las estadísticas, la pobreza en Canarias tiene rostro y nombre. Por Herrera en COPE Gran Canaria pasó José Juan, quien compartió su tremendo testimonio de como la vida puede dar un vuelco inesperado llevando a las personas a caer en una espiral de destrucción.

Hace años, Juan José tenía una vida de lujo marcada por su éxito económico. Trabajaba en el puerto "cuando los servicios eran muy caros" y ganaba en torno a los 3.000 euros al mes. Sin familia lo invertía todo en él mismo y en su pareja, "conducía coches de caros, vivía una casa de lujo, todo lo que cobraba lo gastaba en mí y mi pareja," Jose tenía una vida envidiable

"Hacía horas extras para cobrar más y consumir más"

Pero su suerte cambió de forma drástica cuando su relación sentimental se rompió, este hecho fue el detonante de una espiral descendente que lo llevó al abismo profundo, "cuando mi pareja me dejó, caí en un vacío", se sentía perdido y "fue cuando probé la droga." Lo que comenzó como una vía de escape emocional pronto se convirtió en una pesadilla que lo consumió por completo. Juan José se enganchó a la heroína y su vida empezó a desmoronarse, "llegué a gastarme 6.000 euros al día en drogas, era un sin parar, me pasaba noches enteras sin dormir haciendo horas extras solo para consumir más".

Su adición lo llevó a perder todo lo que había construido: su casa, sus coches, su vida acomodada, "tiré un imperio a la basura", reconoce con tristeza. La historia de Juan no es única en una región donde los problemas estructurales, como el desempleo y la precariedad laboral, alimentan situaciones de vulnerabilidad extrema.

Todo cambió cuando conoció a Rescate canarias

Afortunadamente, su historia tiene un giro positivo. Cuando tocó fondo, conoció la asociación Rescate Canarias, una organización que ayuda a personas en situación de pobreza y exclusión social, "ellos no solo me sacaron de la adición, sino que me dieron un proyecto de vida, es cierto que es duro porque hay que ser insistente día a día",

Casos como el de Juan José reflejan como la pobreza en Canarias no solo es un problema económico, sino también social y emocional, afectando profundamente a las vidas de quienes caen en sus redes. A pesar de la ayuda que prestan organizaciones como Rescate Canarias, la cual contra la pobreza sigue siendo un desafío de gran magnitud para las autoridades locales, insulares y comunitarias. Mientras los índices sigan aumentando y las soluciones no lleguen con la urgencia necesaria, historias como las de Juan seguirán siendo una imagen real en las islas.