SOCIEDAD
Una familia se muda de Jerez a Gran Canaria y se lleva una sorpresa: "Nos han estafado"
Un matrimonio con cuatro hijos, vive en condiciones precarias en un velero del muelle deportivo de la capital
Gran Canaria - Publicado el
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Te cuento la historia de un matrimonio y sus cuatro hijos que se mudaron a Gran Canaria desde Jerez de La Frontera, para buscar una vida mejor. Tras una supuesta estafa se encuentran atrapados en un barco semihundido en el Muelle Deportivo de la capital, a la espera de que se resuelva todo vía judicial.
Lo que iba a ser un viaje que cambiaría sus vidas ha resultado ser una auténtica pesadilla. Todo comenzó cuando la víctima encontró una vivienda en alquiler, con un precio razonable y que cumplía con los requisitos que estaba buscando: Una casa, con piscina climatizada, sauna, gimnasio, tres dormitorios, dos baños y terraza por 950 euros al mes.
LE matrimonio había pagado por adelantado, confiando en la descripción y en las fotografías de la supuesta vivienda. Al llegar, la realidad fue impactante, ya que no existía tal inmueble, sino un velero que no solo estaba en mal estado, sino parcialmente hundido, sin las condiciones mínimas para alojarse.
Shirley Fernanda, cuenta su historia en Herrera en COPE Canarias. “nosotros vinimos aquí porque nos ofrecieron trabajo y supuestamente veníamos con un piso pactado y pagado. Cuando llegamos a la isla era de madrugada, el supuesto propietario del piso, con quién habíamos hablado quedó con nosotros en el muelle y nos dijo que el piso se estaba pintando y que por eso no podían ir”.
“Como era muy tarde, nosotros nos metimos en el barco para descansar y al día siguiente lo llamamos para poder ir ya a nuestro inmueble. Fue ahí cuando empezó a no cogernos las llamadas, y a darnos largas. Nos dijo que no estaba en la isla, luego en las montañas y despue´s llegaron todas las excusas”, añade.
Shirley dice que quién les recibió a pie de muelle fue un tal Alejando, quien había firmado el contrato de arrendamiento como propietario del apartamento. Él les aseguró que como el inmueble estaba recién pintado les cedía temporalmente un barco para que pasaran una o dos noches. Al mes, como la situación no cambiaba decidieron dejar de pagar el alquiler, porque no era lo que habían firmado.
“Ahí ya nos dimos cuenta que al final no había ni un piso y Alejandro no nos volvió a contestar. Así pasó un mes hasta que decidimos que no íbamos a pagar más por un alquiler de un espacio que nosotros no habíamos alquilado”, expone.
LA DUEÑA DENUNCIA EL CAO EN LOS TRIBUNALES
Shirley cuenta que ella se negó a pagar por el alquiler del velero porque en un primer momento le habían prometido un apartamento en Las Alcaravaneras que nunca vio y que no “había sido lo acordado en el contrato”.
Es en ese momento, cuando vuelve a parecer Alejandro. “Me envía un mensaje de texto al móvil diciendo que la propietaria del barco va a mandarme una empresa de desocupa porque yo estaba okupando este barco. Y yo le contesté que todo esto no hubiese ocurrido si el no me hubiese metido aquí”.
Efectivamente, tras eso, apareció la dueña, DéboraDavis, inglesa, quien les pidió que desalojaran su velero porque tiene compradores interesados. Ante la negativa de esta familia, porque se “van a quedar en la calle”, la propietaria ya ha denunciado tanto a Alejandro por subarrendar el velero como a esta familia que sigue instalados en el barco.
Un asunto que se resolverá en los tribunales y en la que se intentará buscar la mejor solución para las partes afectadas.