INMIGRACIÓN
Helena Maleno critica que la muerte es una estrategia de países para controlar la inmigración
Reprocha a los países fronterizos de omisión del deber de socorro y cree que España tiene medios para controlar el flujo migratorio, "lo que ocurre es que no hay voluntad política"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Canarias ha sido testigo de un drama silencioso, pero desgarrador. Según los datos de la ONG, Caminando Fronteras, en 2024, la ruta canaria se ha cobrado la vida de 6.007 personas que intentaban llegar a nuestras costas. Los lamentos del mar han sido testigos de un flujo constante de personas que, desesperadas por escapar de la pobreza, conflictos y persecuciones en sus países de origen, se aventuran en peligrosas travesías para llegar a Europa por la vía canaria. Sin embargo, esta búsqueda de esperanza se ha convertido en un viaje mortal para miles.
Por Herrera en COPE Gran Canaria, pasó la portavoz de la asociación, Helena Maleno, acusó a los países implicados de “omisión del deber de socorro, la activista ha advertido que la “la muerte es una estrategia política de control migratorio despiadado de muchos países, dejar morir es una práctica habitual de muchos países en el control migratorio, que en muchas ocasiones ni siquiera se dignan en recoger los cadáveres y los dejan a la deriva”
Las aldeas se están quedando sin jóvenes
Maleno reconoce que, teniendo en cuenta la llegada de pateras al archipiélago, “este año la cifra de fallecidos se iba a desbordar,” y así ha sido porque supone un incremento del 177 % respecto a las mismas cifras del año pasado. La portavoz de la Organización se lamenta de que no hay que olvidar que estamos hablando de “seres humanos,” familias destrozadas y vidas cercenadas por el único objetivo de encontrar una vida mejor, advierte que la gran mayoría de los que deciden emigrar son jóvenes: “la mitad de las aldeas se están quedando sin jóvenes porque en busca de futuro ponen en riesgo su vida.”
Maleno también advirtió de la situación límite en que viven muchas embarcaciones que llegan al Hierro, aludiendo a la isla como última posibilidad de llegar a tierra: “si pierdes el rumbo en esa zona, el océano te traga y vas a la deriva hacia la muerte.”
Canarias se está convirtiendo en un cementerio de inmgrantes
Asegura que mientras “el mundo mira hacia otro lado, las costas canarias se convierten en un cementerio en silencio,” exige “políticas migratorias y más acción humanitaria coordinada, así como acción de los países receptores,” continúa reclamando una respuesta urgente y compasiva por parte de la comunidad internacional para evitar que los sueños de una vida mejor se ahoguen en el océano "el estado español en colaboración con el resto de países que hacen frontera tienen medios para que esta cifra no se repita, si no se pone en marcha es porque no hay voluntad política, medios hay para asumir la protección de la vida."
Las islas Canarias, históricamente un punto de encuentro entre continentes, se han convertido en un triste símbolo de una crisis humanitaria global, recordándonos la necesidad apremiante de políticas migratorias más justas y un compromiso real con la protección de vidas vulnerables.
El reto persiste: ¿se convertirán estas pérdidas en estadísticas olvidadas o servirán como una llamada a la acción para una respuesta humanitaria y solidaria que respete la dignidad de cada ser humano?