EDUCACIÓN

La increíble historia de Adrián, uno de los 250 alumnos ciegos de Canarias: "Su sueño es ser ingeniero"

Este alumno comienza este martes 6º de primaria en el CEIP Los Caserones, en Telde

Toni Cerdá

Tenerife - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

      
      
             
      

Más de 170.000 alumnos de infantil, primaria y secundaria están llamados a empezar el curso  en Canarias esta semana. Aun así, pocos lo iniciarán con la misma ilusión que los 251 niños y niñas con discapacidad visual que están matriculados. Entre libros, material escolar y demás gastos que harán de esta, la ‘vuelta al cole’ más cara de los últimos años, las familias de estos alumnos ultiman los preparativos para que su adaptación al aula sea la ideal. 

En COPE Canarias hemos conocido la historia de Adrián. Va a comenzar 6º de primaria en el CEIP Los Caserones, en Telde. Adrián es invidente en un grado del 100%, pero ya tiene experiencia en el aula. Su madre, Carmen Gloria González, nos cuenta que es uno más: “Sus compañeros siempre le han recibido de la mejor manera. Conocen su discapacidad y le ayudan para que su presencia en el colegio sea adecuada. Al final, lo que busca Adrián es sentirse como cualquier otro niño dentro del aula”.

No obstante, Adrián cuenta con un grupo de profesores formados y especializados en su discapacidad que le ayudan en las tareas académicas: “Gracias a la ONCE, Adrián puede contar con recursos especializados dentro del aula. Puede seguir el ritmo de aprendizaje del resto de compañeros”, nos cuenta su madre.

Adrián cuenta con un grupo especial de profesores en el aula que le facilitan el trabajo de adaptación y aprendizaje, pero, según cuenta Carmen, su madre, en casa han tenido que dar un paso más: “Yo he tenido que aprender braille por mi cuenta. Siempre me siento con él, cada día, y tratamos de darle continuidad a lo aprendido en el aula, así como hacerle sentir cómodo con sus tareas”.

Como cualquier niño de su edad, Adrián todavía tiene muchas dudas con su futuro. Al preguntarle a su madre por ello, sonríe, y nos presenta todo el abanico de posibilidades que Adrián ha hecho saber a su familia: “Empezó queriendo ser carpintero. Luego, pocos meses después, comenzó con profesiones más convencionales y, hace unos meses, vio a un chico, también con discapacidad, dar una charla en su colegio sobre su profesión. Era ingeniero, así que Adrián ahora quiere seguir sus pasos y ser ingeniero”. Ojalá Adrián pueda cumplir su sueño y, en unos años, levantar, con orgullo, su título profesional.

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