Las presas de Gran Canaria, en situación crítica: "Se secará en verano"

La escasez de lluvia está repercutiendo también en el nivel de los embalses de la isla de Gran Canaria y como reconocen desde el consorcio insular de aguas, la situación pinta en bastos. Actualmente, hay importantes balsas como la de Soria, la más grande de toda la isla, que está vacía de agua y ha sido necesario aportar agua industrial para los regantes de la zona.

El jefe de la sección de Presas del Consorcio de Aguas de Gran Canaria, José Carlos Cabrera, reconoce que esta es la situación más complicada que ha tenido que afrontar en el tiempo que lleva dentro del consorcio, advirtiendo de que, si continúa sin llover, otras importantes infraestructuras como la de Chira, que actualmente está al 4 %, se quedará también sin agua para el verano.

Una situación que no duda en calificar como crítica, porque de esta presa dependen una gran cantidad de regantes que usan su agua para nutrir a sus plantaciones, las cuales se echarán a perder si continúa la actual tendencia. De hecho, ha sido necesario reducir al 50 % la cantidad de agua que se les suministra.

Perdida de agua

Otro problema que tiene el reparto de agua es la perdida que se produce durante el suministro. Este especialista calcula que de cada metro cúbico que llega a la explotación del agricultor, es necesario evacuar de la presa medio metro más que se pierde por el camino, filtrándose a la tierra en las juntas y tuberías que la encaminan.

Pocas son las presas que tienen a estas alturas en la isla una cantidad aceptable de agua. Por ejemplo, la del Mulato que cuenta con el 40 % de su capacidad. Se ubica en Mogán y no siendo una presa muy grande, con capacidad para 300.000 litros de agua, sí que abastece a los regantes de la zona. En su caso, tiene agua para los próximos dos años.

Cabrera también hacía referencia al complejo de Ayagaures y Gambuesa. Ambas infraestructuras están conectadas y aunque la primera tiene solo un 4 % de su capacidad de agua almacenada, la segunda está al 50 %. En general, la situación que presentan los embalses de la isla distan mucho de cuando el inspector de presas llegó al consorcio en 2012, cuando el agua rebosaba en muchas de ellas y había agua de sobra para alimentar el campo canario.