SANIDAD

El duro testimonio de una afectada por los retrasos en los tratamientos de radioterapia en La Candelaria

"Uno piensa mil locuras, mil cosas", relata Ascensión, que tendría que haber recibido radioterapia desde el mes pasado, y tendrá que esperar a septiembre

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Los retrasos en los tratamientos de radioterapia a las mujeres enfermas de cáncer mama en el Hospital Nuestra Señora de Candelaria tienen nombre y apellidos. De los cuatro aceleradores lineales de los que dispone habitualmente este centro hospitalario para realizar estos tratamientos, dos han quedado fuera de servicio por haber cumplido su ciclo de vida. Y aunque las máquinas nuevas ya están en la isla, necesitan un periodo de calibración que según ha confirmado la gerente Natacha Sujanani en COPE Canarias, se prolongará hasta septiembre.

Pero al avance de esta terrible enfermedad no entiende de plazos, y estos retrasos pueden tener consecuencias en la salud de las pacientes. Una situación que ha sido denunciada ante la Fiscalía de la Audiencia Provincial por la defensora del paciente Carmen Flores, y que también ha llegado hasta el Diputado del Común, Rafael Yanes que hoy ha anunciado que se reunirá con la presidenta de AMATE Carmen Bonfante, y la psicóloga de la asociación Claudia Héctor Moreira.

Hoy, en La Mañana de COPE Tenerife, una de las mujeres afectadas ha contando en primera persona la ansiedad que sufre en el día a día. Ascensión, lleva 25 años de lucha contra el cáncer de mama. Tras haber superado inicialmente la enfermedad, se le reprodujo hace unos meses y tenía que haber empezado un tratamiento de radioterapia en el mes de mayo, pero la avería de los dos aceleradores lineales ha retrasado su tratamiento. “Yo terminé la quimioterapia en abril, y en mayo tenía hora para comenzar con el tratamiento de radioterapia”, nos cuenta, pero la realidad es que “todavía hoy no me han llamado y me he enterado que no nos van a llamar para septiembre”.

Ascensión, confiesa que ante una situación así, “uno piensa mil locuras, piensas mil cosas”, y reconoce que “piensas que con la radioterapia te vas a curar y lo único que quieres es terminar el tratamiento y que las analíticas vayan bien”.

Eso sí, cuando se le pregunta si desde la dirección del hospital se podría haber hecho algo más, su respuesta es clara: “Los gestores se sacan estadísticas que no se corresponden la realidad que vemos aquí en el día a día”.

Los retrasos condicionan en muchos aspectos, y es que tal y como relata Ascensión, “si ya es difícil la situación a nivel psicológico, yo por ejemplo, no puedo moverme a Lanzarote donde vive mi nieto, ni hacer nada, siempre pendiente del teléfono”.

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