SOCIEDAD

La juventud canaria no logra emanciparse a pesar de tener un trabajo

María, obligada a vivir en casa de sus suegros con 27 años, lamenta no poder tener "un proyecto de vida, ni plantearme tener hijos"

Guillermo García

Tenerife - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

El último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España deja un panorama desolador en lo que se refiere a Canarias. A pesar de que la creación de empleo que ocupan personas jóvenes crece, y se sitúa un punto por encima de la media nacional, esta situación no disminuye el riesgo entre la juventud canaria de caer en riesgo de exclusión o pobreza.

El estudio refiere que Canarias fue la comunidad autónoma en la que más empleo se generó entre la población joven entre el segundo semestre de 2021 y el mismo periodo de 2022. Pero esta realidad, choca de frente con otra mucho más negativa, y es que el 85% de la población entre 16 y 29 años no logra emanciparse y empezar un proyecto de vida, un porcentaje que sigue siendo del 40% entre las personas de 30 a 34 años.

Las enormes dificultades para encontrar una vivienda a precio asequible es uno de los factores fundamentales, una circunstancia a la que se une que el trabajo que se crea mayoritariamente es de baja cualificación y, por tanto, peor remunerado.

Este es el caso, de María, (nombre ficticio, ya que prefiere permanecer en el anonimato), que nos ha explicado hoy en Herrera en COPE Tenerife, que ve obligada a vivir con su pareja “en casa de sus suegros porque un alquiler nos resulta imposible”. María confiesa haber intentado “por todos los medios” encontrar una vivienda de alquiler, “pero nos ha sido imposible porque mi contrato es a media jornada”.

María trabaja como administrativa, y a pesar de que los dos cuentan con un sueldo, “con los costes tan elevados, no podemos salir de casa de mis suegros”. Esta circunstancia afecta “para cualquier cosa, porque no puedes ser madre, y si quieres estudiar también tiene un costo

María tiene 27 años y su pareja 30. Ella tiene un ciclo superior y su pareja un máster y confiesa que la situación, “nos obliga a vivir a un ritmo de vida más lento”, porque “hay muchas cosas que no nos podemos permitir. “Ganas, no nos faltan”, apunta, “pero la realidad es otra, ahorrar para la entrada de un piso es completamente imposible”.

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Susana: "No puedo ahorrar ni para un coche, ni para nada"

Por su parte, Susana, (también nombre ficticio), y que tiene 27 años, vive en un barrio de la periferia de Santa Cruz y nos confiesa que tiene dos trabajos, “y estoy buscando el tercero, porque hay meses que apena supero los mil euros de ingresos, y no siempre”.

Su caso es especial, ya que “de milagro encontré un piso que pude alquilar a un precio que está fuera de mercado absolutamente”, lo que le ha permitido emanciparse, pero dedicando gran parte sus ingresos y privándose de muchas cosas.

“Lo mío es un milagro”, apunta “porque un piso normal sería imposible”. Nuestra protagonista confiesa que “esta no era mi idea de vida” y, por tanto, se ve abocada “a buscar un tercer trabajo, porque no puedo ahorrar ni para un coche , ni para nada”.