Se muda de Icod a Guamasa para ahorrarse la cola de la TF-5, pero no se libra de los atascos

El Cabildo de Tenerife ha realizado un primer balance positivo de las pruebas realizadas en el enlace de Guamasa, consistentes en el desvío del tráfico por las vías secundarias TF- 235 y TF-152, con el objetivo de mejorar la movilidad en la Autopista del Norte (TF-5).

Una medida que, de entrada, ha provocado una visible mejoría en la fluidez del tráfico en los dos carriles de la autopista, por donde, entre las 6 y las 9 de la mañana, se estima que circulan más de 18.000 vehículos.

Así las cosas, el Cabildo se encuentra en estos días en una fase de estudio y análisis de los datos obtenidos en las casi dos semanas que ha durado la prueba. Una fase que incluye además reuniones con las partes implicadas, antes de tomar una decisión con base en los datos técnicos.

Con todo este contexto de fondo, los vecinos de Guamasa, y también de otras poblaciones de la comarca nordeste como Tejina, El Portezuelo o Valle de Guerra, se han manifestado este viernes frente al Cabildo, con el ánimo de paralizar esta medida. Y entre ellos, María, que hoy en Herrera en COPE Tenerife, nos ha contado su particular historia. Nuestra protagonista se mudó, junto a su marido, hace 20 años desde Icod de los Vinos hasta Guamasa, con el objetivo de, “ahorrarme las colas de la autopista del norte”.

"Hay muchos vecinos en la misma situación que yo"

Con indignación, pero sin perder el humor, María nos cuenta que convenció a su marido para mudarse a Guamasa, “para poder dormir una hora más y ahorrarnos la cola del norte”, y ahora, sin embargo, “nos encontramos con esto”. María confiesa que “mi marido prefería quedarse en Icod”, y en este momento, “hasta una prima mía que me advirtió que no era el sitio más adecuado, se está cachondeando de mí”.

En cualquier caso, nuestro protagonista insiste en que en Guamasa, “hay muchos vecinos en la misma situación que yo”, y la realidad es que “estamos muy indignados, porque un tramo que a las 3 de la tarde lo puedes hacer en pocos minutos, y que antes por la mañana lo podías hacer en 35 minutos, ahora es de más de una hora”.

Y en ese sentido, explica su realidad diaria: “yo trabajo en Santa Cruz, y mi marido en Candelaria, y en estos días, he tardado una hora y cuarto, ya que salía de casa a las 7.15, y aparcaba en Santa Cruz a las 8.30”.

Una situación que califica de “increíble”, y que tiene consecuencias en su día a día: “He tenido que cambiar mi horario de trabajo, porque si entro una hora más tarde, tardo menos, así que ahora, en vez de salir de trabajar a las 3, tengo que salir a las 4”.