El volcán ofrece un día más de calma en su camino a la extinción
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El volcán de La Palma, cuyo cono se eleva a 1.122 metros sobre el nivel del mar, ha ofrecido este jueves un día más de calma, a falta de dos en el cómputo de diez que han establecido los científicos para dar por oficialmente terminada la erupción, comenzada el 19 de septiembre.
Los parámetros observables en superficie y los medibles instrumentalmente siguen corroborando los signos de agotamiento del proceso eruptivo, ha explicado Carmen López, portavoz del comité científico del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por riesgo volcánico en Canarias (Pevolca).
Tan solo se mantiene la elevación del terreno que se produjo el 19 de diciembre en la estación LP03, la más cercana a los centros eruptivos, que ha revertido parcialmente.
En el resto de estaciones no se observan deformaciones significativas que puedan asociarse a actividad volcánica.
La actividad sísmica está en niveles muy bajos en todas las profundidades y continúa sin observarse tremor volcánico, con niveles de ruido sísmico próximos al periodo preeruptivo.
La emisión de dióxido de azufre en la zona eruptiva sigue como en días pasado en rango bajo.
La calidad del aire en el valle de Aridane se mantiene en niveles buenos o razonablemente buenos tanto en cuanto a dióxido de azufre como en partículas inferiores a diez micras (PM-10).
El portavoz del comité técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha pedido a las personas que se acercan a la zona sur de la erupción para limpiar viviendas que tengan la precaución de ventilar las casas antes de entrar porque pueden acumularse gases nocivos para la salud.
En ningún caso se debe acceder a lugares situados bajo el nivel del suelo, como garajes o sótanos.
Morcuende ha indicado que en los tres hoteles dispuestos para acoger a desalojados de sus casas por la erupción volcánica están albergadas 557 personas, a las que se suman 43 dependientes que se encuentran en centros sociosanitarios del Cabildo.
La compañía eléctrica Endesa, que ha iniciado el plan de emergencia para la reconstrucción del sistema de electrificación en la isla de La Palma, ha hecho balance del daño producido por las coladas, que han destrozado 130 kilómetros de líneas eléctricas, 85 torres de media tensión, 1.500 postes de madera de baja tensión y 19 centros de distribución.
El Cabildo de La Palma ha anunciado la adquisición de un horno crematorio que se instalará en el Cementerio Comarcal de San Urbano, en la zona perteneciente a Breña Baja, para poder seguir prestando este servicio en la isla, después de que la erupción volcánica destruyera la instalación ubicada en el camposanto de Nuestra Señora de Los Ángeles, en Las Manchas.