Diócesis
"Ahora tenemos en el Cielo una buena manga que va a seguir cuidando de nosotros"
Bernardo Álvarez destaca el legado de Damián Iguacen, "genio y figura hasta la sepultura"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El obispo de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna, Bernardo Álvarez, ha dado gracias a Dios por la vida de Damián Iguacen, obispo emérito de Tenerife que fallecía este martes en Huesca a los 104 años, siendo el prelado más longevo de toda la Iglesia católica.
Álvarez ha destacado en COPE Canarias que don Damián fue "genio y figura hasta la sepultura" y ha asegurado que "ahora tenemos en el Cielo una buena manga que va a seguir cuidando de nosotros". "Su lema episcopal —El último de todos y el servidor de todos— no era una frase bonita, sino que lo puso en práctica en todo momento, es lo que ha hecho a lo largo de toda su vida", ha insistido el prelado nivariense, recordando que, tras retirarse de su labor episcopal a los 75 años, "estuvo prácticamente 25 años más activo por toda España y Latinoamérica dando charlas y ejercicios espirituales".
Bernardo Álvarez ha recordado la llegada de Iguacen a la Diócesis de Tenerife. "Yo estaba de párroco en Tazacorte y recuerdo que en su primera homilía dijo que lo llamábamos 'excelentísimo señor', pero que solo lo sería si llegaba a ser un excelentísimo cristiano; eso reflejaba ya su voluntad de ser sevidor".
El actual obispo ha rememorado cómo "me involucró, trayéndome primero de párroco a García-Escámez y enviándome luego al Seminario y nombrándome secretario de Pastoral; así me fue introduciento en el gobierno de la Diócesis", destacando que "es uno de los responsables de que yo sea obispo", a lo que ha añadido con humor que "esperemos que Dios no se lo tenga en cuenta ahora".
Álvarez fue nombrado posteriormente secretario de la Asamblea Diocesana que Damián Iguacen promovió en 1989, uno de los principales legados que dejó en Tenerife: "Fue fundamental para el fomento de la catequesis y la participación de los laicos". Junto a eso, su puesta en valor del patrimonio histórico, que "nos lo enseñó a ver no solo como algo bonuto sino como instrumento de evangelización". No en vano, presisió la Comisión de Patrimonio Cultural de la Conferencia Episcopal Española entre 1984 y 1993.
El obispo nivariense ha dado gracias también a las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Huesca, "que lo han cuidado de una manera exquisita durante estos últimos años".