Patrimonio histórico
Concluye la restauración del retablo mayor del Santuario de las Nieves
Los trabajos han permitido reforzar su estructura, consolidar el soporte del tablero y proteger la policromía original
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Cabildo de La Palma ha concluido los trabajos de restauración y conservación del retablo mayor del Real Santuario Insular de Nuestra Señora de las Nieves, que preside la imagen gótica de la patrona de la isla, realizado por un equipo de cinco profesionales bajo la dirección de Isabel Concepción, técnica del Taller de Restauración de Pintura y Escultura de Bienes Muebles de la corporación palmera.
La consejera insular de Cultura y Patrimonio, Jovita Monterrey, ha conocido de primera mano el resultado de esta intervención en un espacio de tanta importancia para la población de la isla y para quienes se sienten vinculados a La Palma, como es el Santuario de Las Nieves, así como una pieza fundamental de su patrimonio histórico.
Jovita Monterrey alabó el trabajo desarrollado en el retablo mayor, diseñado en 1701 por Bernardo Manuel de Silva (1655-1721), el artista más representativo del barroco isleño, que ha permitido no solo dotarlo de un mayor esplendor, sino también mejorar las condiciones de conservación en que se encontraba. “En un año en el que hemos tenido que suspender la Bajada de la Virgen, debido a la crisis sanitaria por la pandemia del COVID-19, esta intervención es también reflejo de este sentimiento lustral que nos vincula a los palmeros con el Santuario de Las Nieves”, agregó la consejera.
El rector del Real Santuario de las Nieves, Antonio Hernández, ha destacado que la obra se ha llevado en tiempo récord y ha resaltado la calidad del trabajo del equipo. Además, explica que era necesaria la actuación del Cabildo en el retablo mayor para realizar estos trabajos en el templo.
Pese a que el estado de conservación del retablo, en líneas generales, era bueno, el Cabildo de La Palma decidió acometer esta intervención, tras la realización de un examen pormenorizado del mismo que reveló numerosos daños que debían ser subsanados.
En el citado análisis, se localizaron, entre otras deficiencias, pérdidas puntuales del soporte del retablo, también numerosas grietas en esta zona, sobre todo en elementos ornamentales. También se hallaron restos de decoraciones puntuales del retablo (clavos y alcayatas). En cuanto a la película pictórica, además de la suciedad acumulada habitual en un retablo de esta antigüedad, presentaba numerosas lagunas puntuales de policromía diseminadas por la totalidad del retablo, así como pérdidas puntuales de capa de preparación.
Los trabajos de restauración y consolidación para atacar estas deficiencias que presentaba el retablo mayor de las Nieves han consistido en la consolidación de los diferentes estratos pictóricos, la limpieza de la suciedad y polvo acumulados, y el saneamiento del muro.
También se ha realizado un refuerzo de la estructura, mediante la sustitución de vigas y travesaños del sistema de apoyo del retablo, que se encontraban en mal estado de conservación, con el fin de garantizar el correcto sostenimiento de la estructura. De igual modo se ha procedido a tratar las zonas en las que se produjo ataque de insectos xilófagos, mediante la inyección de insecticida líquido.
Los trabajos desarrollados en esta intervención han permitido además la consolidación del soporte del retablo, en aquellas zonas en las que presentaba pérdida de consistencia, así como el sellado de grietas, juntas abiertas y agujeros. De igual modo, se ha procedido al aislamiento para su protección de la policromía original, mediante la aplicación de una capa de barniz satinado; su reintegración cromática, y la protección de la totalidad de la policromía del retablo, mediante la aplicación de una capa de barniz que lo protege frente a las agresiones del entorno.
UNA JOYA EN LA ISLA BONITA
El retablo mayor del Real Santuario de Nuestra Señora de las Nieves fue diseñado en 1701 por el pintor y escultor Bernardo Manuel de Silva, cuya traza siguió el maestro de carpintería Marcos Hernández Duarte, sustituyendo el antiguo altar mayor, que reemplazaría a otro que ya estaba colocado en 1576.
La traza de este retablo, uno de sus elementos más significativos, se caracteriza esencialmente por su marcado carácter lusitano. Su planta, que corresponde al tipo de retablo-hornacina, no tiene otro ejemplar en las islas que pueda comparársele.
Nos encontramos así ante un retablo barroco, de marcada influencia portuguesa, que se refleja en la presencia de una única hornacina central de grandes dimensiones, que alberga la imagen de la Virgen de las Nieves, abierta hacia el camarín, al que flanquean dos hornacinas de menores dimensiones.
En estas hornacinas laterales, que están a ambos lados del gran nicho central donde está entronizada Nuestra Señora de Las Nieves —imagen mariana más antigua de las que se veneran en el archipiélago—, están colocadas las imágenes del siglo XVI de los mártires San Bartolomé y San Lorenzo. Se hallan inventariadas por primera vez en 1603.