RELIGIÓN
La Gomera prepara la beatificación del padre Torres Padilla: "Una explosión de alegría"
El arciprestazgo de la isla planifica un viaje a Sevilla el próximo 9 de noviembre
Tenerife - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Jueves 23 de mayo. El padre Juan Ramos, arcipreste de La Gomera y párroco de Nuestra Señora de la Asunción, en la capital de la isla, mira su móvil. Acaba de terminar una reunión y tiene el WhatsApp lleno de mensajes. El motivo no es otro que el desenlace de una noticia gratamente esperada: la beatificación del sacerdote José Torres Padilla ya tiene fecha, el 9 de noviembre, en la Catedral de Sevilla. Así lo había comunicado poco antes el arzobispo metropolitano, José Ángel Saiz Meneses.
El anuncio se conoció el pasado 14 de marzo, pero faltaba por conocer el lugar y el día. "Empecé a enviar el mensaje a la gente de la parroquia, fue una explosión de alegría", cuenta don Juan, al frente desde hace años de la parroquia matriz donde fue bautizado el que en pocos meses será el primer beato gomero, cofundador de la Compañía de la Cruz en la capital hispalense.
El arcipreste y los fieles ya han comenzado a preparar ilusionados el viaje a Sevilla. Será un día histórico para la isla y nadie quiere perdérselo. "Es un motivo de grandísima alegría en toda La Gomera y en toda la Diócesis Nivariense", señala don Juan, quien aprovecha para pedir al futuro beato que "conceda santidad de vida a quienes somos beatos y surjan nuevas vocaciones al ministerio ordenado".
La Eucaristía donde se beatificará al padre Torres Padilla estará presidida por el prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Marcelo Semeraro. Junto al arzobispo de Sevilla y sus obispos auxiliares se espera la presencia de Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife, su diócesis natal.
Nuevo beato en la Diócesis de Tenerife
José Torres Padilla nació en San Sebastián de La Gomera el 25 de agosto de 1811, estudió en las Universidades de La Laguna y Valencia y en 1834 llegó a Sevilla para ofrecer su primera misa dos años después. En 1875 cofunda las Hermanas de la Compañía de la Cruz junto a Santa Ángela de la Cruz, que comienzan sus tareas bajo la dirección del sacerdote. Finalmente, fallece el 23 de abril de 1878 en la ciudad. Su cuerpo se encuentra enterrado en el convento de Santa Ángela.
Su beatificación se une en la Diócesis a la de los mártires de Tazacorte y a los ya declarados santos: San José de Bethencourt y San José de Anchieta.