La playa de San Marcos repondrá su arena con ceniza del volcán de La Palma

Los vecinos y vecinas de Icod de los Vinos, en el norte de Tenerife, corren el riesgo de no volver a ver a su querida playa de San Marcos. Su arena negra está desapareciendo. Ante este problema, la Viceconsejería de Infraestructuras del Gobierno de Canarias pretende dar una solución innovadora en España: utilizar la ceniza del volcán de La Palma como arena para reponer y salvar esta zona de baño. El proyecto ya cuenta con el respaldo del Servicio de Estudios de Impacto Ecológico del gobierno regional, del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, así como de la Dirección General de la Costa y el Mar del gobierno nacional. 

recurso natural y seguro

La propuesta ya tiene estimación presupuestaria: trasladar 41.000 metros cúbicos de ceniza desde La Palma hasta la playa tinerfeña de San Marcos costará 2,2 millones de euros. Esta mañana en HERRERA EN COPE TENERIFE Francisco González , viceconsejero de Infraestructuras del Gobierno de Canarias, se mostró optimista con que el proyecto: "Con una densidad de granulometría igual o superior a la de San Marcos se puede comportar bien. Puede funcionar perfectamente. No es dañina, que era una de las dudas que en su día pudieron generarse".

En cuanto a los plazos, estima que para el verano de 2026 ya los bañistas van a poder disfrutar de su playa con total normalidad: "Es lo más rápido que se puede hacer para que San Marcos haya arena, porque no llevará obra de ningún tipo". De esta forma, añade que el proyecto "tiene un carácter experimental", pero que esto no impide que cuente con el respaldo del Gobierno de España que asegura que lo calificó de "extraordinario" e "interesante". 

El riesgo de desaparición de la playa de San Marcos también ha invitado a científicos y a responsables políticos a reflexionar, pues gran parte de la culpa reside en las acciones del ser humano: "El mar se choca con elementos del hombre, como barreras, paredes, murallas, la propia infraestructura portuaria que se hizo en los años 80". Este fenómeno afecta al ciclo natural de reposición de la arena. La falta de precipitaciones tampoco ayuda, ya no corren los barrancos que también aportaban esa tierra. Toda esta suma de cosas ha hecho que haya una pérdida progresiva que hoy preocupa a los icodenses.