La Laguna

Así vive la Semana Santa en casa el presidente de la Junta de Hermandades

Miguel Ángel Martín no podrá celebrar la Pasión por las calles de La Laguna

Miguel Ángel Martín, presidente de la Junta de Hermandades y Cofradía de La Laguna

Redacción digital

Madrid - Publicado el

2 min lectura

"Soy Miguel Ángel Martín, profesor de Formación y Orientación Laboral, Empresa e Iniciativa a la Actividad Empresarial Emprendedora, y presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías de San Cristóbal de La Laguna.

En estos días que vivimos la Cuaresma y comenzamos la Semana Santa 2020, se nos pide que nos quedemos en casa. Es una situación extraña, diferente, momentos muy difíciles a raíz de este virus, que se ha extendido adquiriendo dimensiones de pandemia.

Como profesor y presidente estoy viviendo dos realidades: dar clases online y ver cómo se han suspendido todas las procesiones de Semana Santa 2020. Situaciones que no había vivido nunca. Comparto con mis alumnos y comparto con cofrades la realidad que nos ha tocado vivir. A mis alumnos los animo a no bajar la guardia y aprovechar el tiempo, a realizar todas las actividades marcadas. Con mis compañeros cofrades nos animamos mutuamente, ese encuentro soñado de salir a la calle no va a tener lugar este año.

Los recuerdos de Semana Santa nos golpean en la memoria y lo compartimos entre nosotros, en las redes sociales a través de imágenes, procesiones de años anteriores… Celebremos esta Semana Santa viviéndola en el silencio que transforma y cambia nuestra vida, que es CRISTO.

La Cuaresma nos recuerda los 40 días que pasó Jesús en el desierto. Esta epidemia del coronavirus nos ha llevado al desierto, las ciudades están vacías, los colegios están vacíos… esta situación nos ha llevado a vivir muchos momentos de soledad, pero no estamos solos, DIOS nunca nos deja. Él rompe distancias y nos une como hermanos., nos ayuda a decir “Padre Nuestro..."

Como cofrade estoy viviendo una Cuaresma y voy a vivir una Semana Santa diferente a lo que estoy acostumbrado, pero el objetivo último de este tiempo que nos ha tocado vivir es el “encuentro con Dios”. Perdemos la manifestación pública, las procesiones, pero se gana en intensidad interior en la que voy a vivir mi FE".