Diócesis
Domingo de Resurrección, "hay lugar para la esperanza"
El obispo de Tenerife celebró la Misa de Pascua e impartió la bendición sacramental desde la Concepción de La Laguna
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Diócesis de Tenerife ha vivido un Triduo Pascual que será recordado siempre por muchos motivos. Cristo, que es novedad y no algo del pasado, se ha manifestado estos días por caminos que solemos considerar complementarios. Facebook, Twitter, Youtube, WhatsApp…han sido las “calles” por donde ha procesionado Jesús.
Tras la Vigilia Pascual, este domingo nuestra Iglesia ha vuelto a echar mano de los medios digitales para celebrar, con la máxima solemnidad, el Domingo de Resurrección. En esta ocasión, la Eucaristía presidida por el obispo fue transmitida desde la Parroquia de La Concepción de La Laguna. Como viene siendo normal en este tiempo de confinamiento, sin fieles y a puerta cerrada.
Álvarez comenzó su homilía felicitando la Pascua a todos los diocesanos. “Lo que el Viernes Santo se podría considerar un fracaso, hoy Domingo de Pascua se ha tornado en triunfo; lo que se creía victoria del poder del mal y de la muerte, se ha convertido en el triunfo de la vida”.
En esta certeza, el prelado saludó de modo especial a quienes están afectados por el coronavirus y a sus familiares, así como a todos los trabajadores de la salud, comprometidos en primera línea, “que, arriesgando su salud y la propia vida, dedican todas sus energías a curar a las personas afectadas. Gracias por vuestra entrega”.
El obispo centró su intervención en la esperanza de la fe. “Tengan valor, el mal no tiene la última palabra. La realidad del mundo tiene remedio. Dios no nos ha abandonado. No hay situaciones que él no pueda cambiar. La tierra y la humanidad nueva es posible. Hay lugar para la esperanza. Los efectos de la Resurrección llegan a cuantos sirven a los demás dando la vida”.
Álvarez continuó apuntando que esta culminación de la Semana Santa en la que celebramos la Resurrección del Señor "no solo afectó personalmente a Jesucristo, sino que también repercute en todos nosotros. Pero, para obtener sus beneficios, es necesario «estar en Cristo». No se trata sólo de creer que ha resucitado, que vive para siempre y camina con nosotros. «Estar en Cristo» es, sobre todo, participar en su vida hasta el punto que Él vive en mí y que yo vivo en Él. No lo dudemos: como cristianos estamos llamados a ser las manos, los ojos, los pies y la boca de Jesús con todos los que nos rodean”.
Al hilo de esta idea, monseñor Álvarez recordó que Jesucristo no es un personaje del pasado, sino una persona viva que está con nosotros todos los días. “¡Cristo vive! Esta es la raíz de la fe, de la esperanza y del dinamismo de la comunidad cristiana. Hay una relación «causa-efecto» entre Cristo y la vida cristiana. Cristo vive y está activo en quienes se dejan impregnar por el «poder de su resurrección»".
El obispo volvió a hacer referencia al libro La alegría de creer, de la francesa Madeleine Delbrêl y recitó su poema, El nuevo día. Un canto a la presencia activa de Cristo en cada uno de nosotros que se puede leer en la página web obispadodetenerife.es.
Por último, Álvarez recordó que cada uno de nosotros, “con nuestro testimonio de vida cristiana, somos signo e instrumento de Cristo; por así decir, 'somos una aparición', una manifestación del resucitado. A todos nos corresponde dar al mundo la Buena Noticia de que el Señor Jesús vive para siempre y es el Salvador de la humanidad, demostrando con nuestra vida que nosotros somos una prueba de ello”.
Cabe señalar que, durante la celebración, el obispo pidió a Dios por la salud del periodista Manuel Artiles, que sufrió el pasado viernes 10 de abril un accidente cerebrovascular. Artiles, que ha querido apoyar las transmisiones diocesanas del Triduo Pascual a través de Mírame TV, está siendo atendido en el Hospital Universitario de Canarias y evoluciona de forma favorable.
Al final de la celebración, el obispo impartió la bendición apostólica con el Santísimo Sacramento desde la torre de La Concepción de La Laguna. En ese momento comenzaron a repicar las campanas del templo y de las parroquias del centro de la ciudad. Posteriormente, el prelado, acompañado únicamente por el diácono permanente, Celso González, inició la procesión hacia el interior de la iglesia donde tuvo lugar la reserva del Santísimo.
Tanto mañana lunes 13 como el martes 14 de abril, se podrá seguir por los medios de comunicación digitales de la diócesis la Eucaristía en directo, a partir de las 18:00 horas, desde la parroquia de La Concepción.
Feliz Pascua de Resurrección.