Diócesis

El obispo de Tenerife suspende las procesiones de Semana Santa

Bernardo Álvarez exhorta a los fieles a vivir con profundidad los días más importantes del calendario litúrgico

Jueves Santo Vera Cruz La Orotava Semana Santa 2019

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El obispo de San Cristóbal de La Laguna, Bernardo Álvarez, ha decretado este 27 de enero la suspensión de los actos de culto de Semana Santa fuera de los templos, al tiempo que ha establecido distintas normas para la vivencia de la venidera Semana Mayor en toda la Diócesis Nivariense.

Teniendo en consideración la situación actual provocada por el COVID-19 y todo lo decretado por las autoridades civiles para frenar la pandemia, ante la proximidad del tiempo litúrgico de la Cuaresma y la Semana Santa, y dada la imposibilidad de celebrar con seguridad los actos religiosos en la vía pública, "se hace necesario establecer unos criterios comunes para toda la Diócesis Nivariense, que deberán tener en cuenta todas las cofradías y hermandades, parroquias, grupos parroquiales y demás asociaciones de fieles" involucradas en dichas celebraciones", ha explicado.

DECRETO

Quedan suspendidos todos los actos religiosos fuera de los templos, tales como procesiones, viacrucis y cualquier otra manifestación de fe en la vía pública.

Las celebraciones litúrgicas, y otros actos de piedad, tendrán lugar en el interior de los templos, respetando siempre la normativa sanitaria, y en su caso diocesana, vigente en cada momento, evitando siempre que cualquier actividad exceda el aforo establecido o se produzcan aglomeraciones que puedan ser causa de contagio.

En los templos, solo podrá celebrarse la procesión claustral con el Santísimo Sacramento el Jueves Santo para el traslado al Monumento y el Domingo de Resurrección al finalizar la eucaristía, permaneciendo los fieles en sus respectivos asientos.

Considerando que la celebración de la Semana Santa no queda suprimida, exhorto a todos los fieles de la Diócesis a vivir, con hondura e intensidad renovadas, las celebraciones litúrgicas y otros actos de piedad, especialmente las del Triduo Pascual.

Que la intercesión de la Santísima Virgen María, cuya presencia al pie de la cruz es aliento para el pueblo cristiano en los momentos de adversidad, nos aliente también en estos momentos de dificultad y sufrimiento provocados por esta pandemia.

Dado en San Cristóbal de La Laguna, a 26 de enero de dos mil veintiuno.