Piden más seguridad para evitar casos como la supuesta violación grupal en Santander, en 2022

Colectivos feministas no entienden como se ha tardado dos años en conocer lo ocurrido

Katia Nogueira Pi

Santander - Publicado el - Actualizado

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La Audiencia Provincial juzga este martes y miércoles a cinco jóvenes, uno de ellos no identificado, por una supuesta violación grupal a una joven hace dos veranos en Santander. La fiscalía solicita para ellos una pena conjunta de más de cien años de cárcel.

La Comisión 8 de Marzo ha denunciado que este suceso se conozca dos años después de ocurrir y no entiende porqué ha sido silenciada. "Se ha impedido que la ciudadanía de Cantabria, y en especial de Santander, conociese esta gravísima agresión, una violación grupal", explica una de sus miembros, Charo Quintana.

A juicio de la plataforma de esta forma se ha desprotegido a las mujeres, porque "el silencio nunca nos proporciona seguridad ni resperto a nuestros derechos y tenemos derecho a conocer cuando se conculca nuestra libertad sexual para poder defendernos".

Por eso han convocado una manifestación esté miércoles 20 en la Playa del Ayuntamiento de Santander a partir de las 19:00 como forma de protesta y han querido lanzar un llamamiento a toda la población para que se una. Además van a exigir que se actúe ya, preventivamente, ante todas las fiestas que se van a celebrar en Cantabria, pidiendo una campaña que reivindique unas fiestas libres.

Como ocurrieron los hechos

De acuerdo con el informe de la Fiscalía, todo sucedió el 30 de julio de 2022 por la mañana. A primera hora, la chica estaba de fiesta en un after de la ciudad, después de haber consumido grandes cantidades de alcohol, además de cocaína y cannabis. Allí se encontró con los acusados. Tras el cierre del local, en torno a las doce y media del mediodia

Estando ella en un «considerable estado de intoxicación» por el consumo de dichas sustancias, fue convencida por uno de ellos para que le acompañara al domicilio donde residían otros dos, hasta donde fueron andando. Una vez en la vivienda, y después de beber más alcohol, la joven se introdujo voluntariamente en un dormitorio junto al chico que la había convencido para ir a esa casa, con la intención de entablar una relación con él. Sin embargo, mientras se besaba con él entraron en la habitación de forma «inesperada» dos chicos que hicieron un gesto con la mano para pedir silencio. Y «sin más contemplaciones» y con ánimo libidinoso -prosigue el escrito del fiscal-, empezaron a tocar a la chica, a la que dejaron semidesnuda al levantarle el vestido y enrollárselo en la cintura. Ante esto, la víctima, que «en ningún caso» quería mantener relaciones sexuales con esas personas, se quedó «paralizada» y «en estado de shock».

Según el fiscal, la chica tenía muy disminuidas sus facultades y nunca quiso mantener ninguna relación sexual, pero se vio rodeada de los cinco jóvenes de fuerte complexión en el reducido espacio de un dormitorio. Aun así, la joven fue incapaz de impedir las relaciones, dada la superioridad física y numérica de ellos y el lugar desconocido donde se hallaba y por temor también a que pudiesen agredirla y consumar violentamente en caso de resistirse por la fuerza.

Por todo ello, la víctima estaba en estado de «estupor» y permaneció «inmóvil, dejándose hacer mientras los acusados se desplazaban y movían para penetrarla», y estuvo incluso «buena parte del acto con los ojos cerrados por miedo».

La víctima fue atendida en el Hospital Valdecilla y presentaba diversas lesiones, como erosiones y hematomas, en diferentes partes del cuerpo, como extremidades o genitales. También dio positivo en cannabis, cocaína y otras sustancias, y arrojó una tasa de alochol en sangre de 1,22 gramos por litro.

A raíz de estos hechos, ha sufrido una grave afectación su estado anímico, con lloros, insomnio y pérdida de apetito, y le ha quedado como secuela un trastorno de estrés postraumático grave, lesión psíquica por la que continúa en tratamiento.

Condena

El ministerio público pide 30 años de prisión a cada uno de los tres acusados por un delito de agresión sexual y actuación conjunta de varias personas - doce por violación y 18 como cooperadores necesarios de lo anterior, a razón de seis años por cada uno de los tres ilícitos. Además, reclama quince años y medio de prisión a un cuarto procesado, como cooperador necesario de las agresiones sexuales y por intentarlo él también.

La acusación particular, por su parte, eleva la petición de prisión para cada uno de los tres primeros, a 50 años de prisión y para el cuarto acusado, a 48 años y seis meses de cárcel. En concepto de responsabilidad civil, tanto la fiscalía como a la acusación particular solicitan que los cuatro acusados indemnicen de manera conjunta y solidaria a la joven en 100.000 euros por el daño moral sufrido.