Va a un punto turístico de Cantabria y lo que se encuentra hace que no quiera volver: "Será que no avisamos"

José comparte su experiencia subiendo a uno de los faros más famosos de la región cántabra en un vídeo que se ha hecho viral en TikTok después de que muchos se sientan identificados

TikTok: @ligresalvador

José durante la subida al faro del Caballo

José Manuel Nieto

Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

En un mundo donde las redes sociales se han convertido en la plataforma principal para compartir experiencias, a veces los turistas se encuentran con realidades mucho más duras de lo que esperaban al visitar ciertos destinos. Este es el caso de un vídeo que se ha hecho viral en TikTok, donde un turista, José, comparte su experiencia subiendo a uno de los faros más emblemáticos de Cantabria: el Faro del Caballo.

El Faro del Caballo, ubicado en la costa cántabra, es uno de esos puntos turísticos que atrae a miles de visitantes por su belleza y por las impresionantes vistas que ofrece del mar Cantábrico. Sin embargo, lo que no todos saben es que llegar a este faro requiere una dosis de valentía y resistencia física. La subida es un desafío en sí misma. José, quien no era consciente de la dureza de la ruta, lo descubrió por las malas cuando se enfrentó a una escalera empinada que parecía no tener fin.

El vídeo que compartió en TikTok muestra a José visiblemente agotado después de ascender por unas escaleras estrechas y empinadas que, aunque construidas para conectar el faro con el resto de la costa, no están precisamente diseñadas para un paseo tranquilo.

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Faro del Caballo, montaña Buciero, Santoña, Cantabria, ESPAÑA

En el clip, se le ve tomando aliento en cada descanso, con el fondo de un paisaje impresionante pero completamente opacado por el esfuerzo físico. Su rostro refleja la lucha por llegar a la cima, mientras que su comentario de fondo resume su frustración: "Nunca más". La imagen final del vídeo, en la que aparece completamente exhausto, fue lo que generó más reacciones en las redes sociales.

Va a un punto turístico de Cantabria

El vídeo, que rápidamente se viralizó, no tardó en generar una serie de comentarios de otros usuarios que se sintieron identificados con la experiencia. Uno de los comentarios más destacados fue el de un cántabro, quien escribió: "Será que no avisamos". 

Esta frase, acompañada de una risa irónica, hacía referencia a lo que muchos consideran una de las características más subestimadas de la visita al Faro del Caballo: la empinada subida. Aunque el faro es una de las atracciones turísticas más populares de la región, son pocos los que saben que el acceso no es nada fácil.

      
      
             
      

La ruta que conduce al Faro del Caballo ha sido conocida por los locales durante años, pero su desafío físico ha sido algo de lo que pocos turistas hablan antes de aventurarse en ella. La escalera, que desciende desde el alto del acantilado, consta de más de 700 escalones de hierro que suben y bajan a lo largo de los riscos que dan al mar. 

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Vista de las escaleras de piedra del Faro del Caballo, Santoña, Cantabria, España, Europa

El esfuerzo físico necesario para completar el recorrido es considerable, y, aunque la vista al final del camino es espectacular, muchos visitantes no están preparados para la dureza del recorrido. El caso de José es solo uno de los muchos testimonios que circulan por las redes sociales.

"Será que no avisamos"

Aunque el Faro del Caballo es un destino que ofrece unas vistas increíbles y un paisaje que deja sin aliento, la experiencia de llegar hasta allí no es apta para todos. La subida a este faro, aunque desafiante, también ha generado una especie de “broma local” entre los cántabros, quienes, como el usuario en el comentario viral, advierten a los turistas de que este lugar no es para quienes buscan un paseo fácil.

      
      
             
      

Finalmente, el vídeo de José no solo ha servido para advertir a futuros turistas, sino también para reflexionar sobre cómo las experiencias turísticas pueden ser mucho más exigentes de lo que aparentan en las fotos. Sin duda, el Faro del Caballo sigue siendo un atractivo turístico impresionante, pero aquellos que deseen visitarlo deberían estar preparados para una prueba física que, para algunos, podría hacer que piensen dos veces antes de volver.