Alejandro Macarrón da las claves para solucionar un problema "gravísimo en Cantabria"

El experto en demografía recuerda que la región tiene uno de los índices más bajos de natalidad en Europa

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La pérdida de alumnos en el inicio de este curso escolar esconde detrás un problema de mayor calado que es el descenso de la natalidad en la región, un problema continuo que se arrastra desde hace muchos años y que afecta a toda la sociedad española. “Si vamos para atrás en el tiempo, cuando empezó la transición en España, año 1976, nacían en Cantabria un 64% más de niños que ahora" apunta en COPE Cantabria Alejandro Macarrón, fundador de Renacimiento Demográfico, experto en demografía.

Esto, asegura Macarrón es una espiral continua ya que, si nacen menos niños, dentro de 25 o 30 años habrá menos mujeres que puedan tener hijos y así la rueda no para. Podría romper esta tendencia el aumento de la fecundidad que es el número medio de hijos por mujer, pero este dato no solo no aumenta, sino que también disminuye. De hecho, recuerda Macarrón, Cantabria tiene uno de los índices más bajos de España y Europa.

Si este dato se traslada a otros ámbitos de la sociedad, como el mercado laboral, las consecuencias en este caso para el profesorado no van a ser nada buenas. “Si hay menos usuarios de una profesión, menos clientes las empresas normales reducen personal" sentencia Macarrón.

La falta de niños es como un 'vaciamiento' de las ciudades. Para entenderlo de manera visual, Alejandro Macarrón utiliza esta metáfora:" Es como cuando vemos una fotografía de satélite de España por la noche y se aprecian un montón de luces encendidas. Quedarse sin niños es ir apagando poco a poco esas luces hasta quedarse a oscuras. Y esto es lo que está ocurriendo".

Una sociedad sin niños es una sociedad que se va quedando sin jóvenes, luego de personas en edad laboral y luego de mayores, algo que no puede ser sustituido del todo con inmigración, afirma Macarrón. "En el plano afectivo la inmigración no puede resolver este asunto y en el plano laboral solo lo hace parcialmente porque la inmigración que viene, en muchas ocasiones, no es cualificada".

Aunque este es un problema de país, Alejandro Macarrón asegura que las comunidades, cada una en su ámbito, pueden hacer cosas. A nivel regional debería de ser una de las primeras prioridades para los gobiernos autonómicos. “Dado que es un problema gravísimo de Cantabria, el gobierno regional debería: alertar a la sociedad de que esto es un problema; tendría que concienciar a la población de que tener niños es una cosa muy buena. Es bueno para la sociedad y bueno para las personas ya que la red de afectos y cariño que crea la descendencia no es sustituible por nada; y en la parte económica el gobierno tiene la capacidad de modificar impuestos para favorecer a las familias y a las personas con niños. Las familias tienen un mayor gasto que revierte en la comunidad lo que justifica plenamente que de alguna manera paguen menos impuestos en función, por ejemplo, del número de niños que se tengan".

Macarrón insiste en que habría que hacer campañas, no solo advirtiendo de lo malo que es que descienda la natalidad, sino de lo bueno que es tener niños. Se pueden hacer muchas cosas y lo peor que hay es " no hacer nada".