El espeleólogo perdido en Garma Ciega ya estuvo en la cueva el año pasado: "No me fijé mucho"

El Gobierno de Cantabria va a abrir un expediente informativo para recabar toda la información de lo sucedido y ver si tiene que cobrar o no la tasa del rescate a los espeleólogos

Santiago Ruiz de Azúa

Santander - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Alivio. Es lo que sintieron todos los miembros del operativo de rescate cuando por radio se comunicó que habían localizado a Paloma y Alfonso, los espeleólogos castellano leoneses, en buen estado. “Muy cansados, pero bien” ha contado en COPE Javier Allende, técnico de rescate del Gobierno regional, al frente de dicho operativo.

Los diferentes grupos de rescate ya habían hecho la travesía principal de la cavidad y al no encontrarles se quedaron “un poco descolocados”, reconoce Allende.

Fue entonces, en ese momento de desesperación, cuando los equipos de rescate comenzaron a buscarles también en el exterior. Unas ramas rotas en el exterior de la cueva hicieron pensar a los equipos que los espeleólogos podrían haber salido de Garma Ciega y haberse perdido por los alrededores debido al mal tiempo reinante en la zona.

Fueron 40 horas de operativo, de mucho esfuerzo y tensión. A medida que pasaban las horas y no se obtenían resultados, llegaba el desánimo. “Te empiezas a preguntar ¿qué pasa aquí? Y comienzas a valorar que esto puede no acabar bien”.

En ese momento, los equipos de rescate empiezan a buscar a los espeleólogos en otras galerías ciegas, rutas que no llevan a ninguna parte y que fue donde al final se les encontró.

EN BUCLE

Una vez fuera de la cueva, los espeleólogos explicaron lo que había ocurrido en esas horas de angustia vividas en el interior de la cavidad.

En un momento del recorrido, Paloma y Alfonso decidieron meterse por una de esas galerías ciegas, que no llevan a ningún lado, y transcurrido un tiempo se dan cuenta de que están dando vueltas en círculo. “Por aquí ya hemos pasado, y continúan e intentan salir y, otra vez, por aquí ya hemos pasado” contaron los espeleólogos a los equipos de rescate.

Es en ese momento cuando, ven que han entrado en un bucle y deciden parar a descansar, se abrigan, comen y optan por quedarse quietos a la espera de que vayan a rescatarlos. Llevaban 20 horas en el interior de la cueva.

Su actuación, dicen los equipos de rescate, fue la correcta en estos casos. De hecho, se trata de dos personas con experiencia, que en el caso de Alfonso ya se había introducido en esta cueva el año pasado.

Este hecho sí llamó la atención al jefe del operativo de rescate. “Cuando me dijo que había hecho esta cueva el año pasado, le pregunté ¿cómo no la conocías un poco mejor?”, ha contado Allende en COPE. La respuesta de Alfonso le dejó confundido.”La vez anterior la hice con otros que la conocían y no me fijé mucho en el recorrido. Me coloqué detrás y les seguí”.

COBRAR EL RESCATE

Lo que no hicieron los espeleólogos castellano leoneses fue avisar al 112 de sus intenciones de entrar en la cueva, algo que en Cantabria es obligatorio. “En este tipo de cuevas tan complicadas hay que comunicar cuántas personas entran, a qué hora lo hacen y cuál es su previsión de salida” ha recordado Allende.

Paloma y Alfonso no lo hicieron, pero, sin embargo, dejaron aviso a un familiar de que avisara a los servicios de emergencia si no tenían noticias de ellos el domingo por la mañana. Fue un familiar quien alertó de la situación al 112 de Castilla-León, desde donde se alertó a los servicios de emergencia de Cantabria.

Ante esta situación, el gobierno regional abrirá en los próximos días un expediente informativo para recabar toda la información y valorar si hay algún tipo de incumplimiento y, por lo tanto, tiene que cobrar una tasa de rescate a ambos espeleólogos.

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