19 médicos sufrieron agresiones el año pasado en Cantabria: "Va en el sueldo"
Las mujeres sufre más agresiones que los hombres, en la mayoría de los casos se producen por discrepancias con la atención recibida
Santander - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Cantabria fue en 2023, por segundo año consecutivo, la segunda comunidad con mayor proporción de agresiones a médicos colegiados, 4,70 por cada mil facultativos, solo superada por Cataluña con 5,92, según datos del Observatorio Contra las Agresiones de la Organización Médica Colegial.
Pese a que Cantabria mantiene la segunda posición como la región con mayor tasa de agresiones, esta ha disminuido casi tres puntos respecto a 2022, cuando se situaba en 7,56 por cada mil. Así, de los 4.041 colegiados médicos en Cantabria, el año pasado sufrieron agresiones 19 profesionales.
DATOS NACIONALES
En toda España se registraron durante el año 2023 un total de 769 agresiones, lo que supone que cada día dos médicos en España sufren violencia y sitúa la cifra total desde 2011 en 7.261 agresiones.
En cuanto al perfil, de todas las agresiones sufridas, el 66 por ciento corresponde a mujeres. "Este dato consolida la tendencia de los últimos años en los que las mujeres sufren la mayor parte de las agresiones, algo que nos preocupa porque se han disparado", según el secretario general de la OMC y coordinador del Observatorio, José Mª Rodríguez.
En el ámbito de la Atención Primaria, las agresiones representan el 43% de los casos. Por detrás, se sitúan los hospitales donde descienden siete puntos y se colocan en el 20 por ciento, por delante de Urgencias de Hospitales (10%) y Urgencias de Atención Primaria (10%), que repuntan levemente.
Respecto a los diferentes tipos de agresiones sufridas, en el 51 por ciento de los casos se produjeron amenazas y coacciones, mayoritariamente a mujeres (65%).
Asimismo, el 36% fueron insultos y el 11 por ciento de las agresiones acabaron en lesiones físicas, sufriéndolas en un 58 por ciento las mujeres y un 42 por ciento los hombres.
De igual modo, de todas las agresiones recibidas y comunicadas acabaron en baja laboral el 13 por ciento, tres puntos más que al año pasado.
CAUSAS PRINCIPALES
Dentro de las causas asistenciales de nuevo, la principal causa de la agresión es la discrepancia con la atención médica recibida, que se sitúa en el 58 por ciento, cinco puntos más que el año anterior. También son motivos de agresiones las discrepancias personales (11%) y los informes no acordes a las pretensiones (13%).
De todas las agresiones, el 94 por ciento se producen en horario y entorno laboral. En la distribución por edades, el informe resalta que el mayor aumento por rango de edad se ha producido entre los colegiados entre los 36 y 45 años (28%), cinco puntos más que en 2022.
Los datos también muestran que el tipo de agresores son principalmente pacientes programados (47%), seguidos de pacientes no programados (30%) y acompañantes (22%). El perfil medio del agresor coincide con un varón entre los 40-60 años, aunque es de destacar que en el tramo de menores de 40 años predominan las mujeres.
SOLO EL 40% DE LAS AGRESIONES SON DENUNCIADAS
En total se han comunicado 769 agresiones, pero solamente se han denunciado 308, lo que significa un 40 por ciento del total. "En realidad son muchas más de las agresiones que ocurren que las que se comunican en los colegios. Muchas veces no se llega a producir esa denuncia", ha asegurado Rodríguez, quien ha señalado que esto puede explicarse debido a que "se ha interiorizado que las agresiones van incluidas en el sueldo".
MAYO DE 2022
La agresión más fuerte sufrida en Cantabria por parte de un facultativo médico tuvo lugar el 5 de mayo de 2022 en el centro de salud de Los Castros.
El doctor contó en COPE Cantabria como estaba en su consulta aquel día rellenando el historial médico de otro paciente al que acababa de ver. En ese momento escuchó gritos e insultos en la sala de espera y salió a ver que ocurría. “Avisamos a la policía enseguida porque aquello no pintaba bien” recordó.
Viendo la actitud violenta de esta persona hacia otro compañero, también agredido, el médico le pidió tranquilidad, momento en el que recibió el primer puñetazo. A partir de ahí, reconoce que no se acuerda de muchas cosas. “Perdí la conciencia en varias ocasiones, pero sí recuerdo abrir los ojos y ver como me golpeaba. Luego perdí la visión”.