El monóxido de carbono del motor de las ambulancias se cuela en el interior de los vehículos

Varios trabajadores del servicio han tenido que ser atendidos por náuseas, vómitos y dolores de cabeza. Denuncian que la empresa no hace nada

Santiago Ruiz de Azúa

Santander - Publicado el - Actualizado

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El estado en el que se encuentran las ambulancias que operan en Cantabria es peligroso y preocupante. Los gases del motor se cuelan en el habitáculo del conductor y también en la zona de los pasajeros. Esto ha provocado, en una semana, que trabajadores de dos turnos del servicio urgente tuvieran que abandonar sus puestos de trabajo para acudir al médico con náuseas, dolores de cabeza y vómitos. Síntomas típicos de la intoxicación por monóxido de carbono.

El primero de los casos ocurrió el pasado jueves 28 de septiembre. El técnico en emergencias de una de las ambulancias del Soporte Vital Básico de Torrelavega tuvo que abandonar la guardia con náuseas y vómitos para acudir a su mutua.

El segundo caso, este martes 3 de octubre, cuando los dos técnicos de una ambulancia del mismo soporte en Santander también tuvieron que acudir al médico con síntomas parecidos. La respuesta fue “que se dieran una vuelta para mejorarse” denuncia el comité de empresa.

Los trabajadores llevan meses escribiendo en el Checklist de la ambulancia que los humos del motor se meten hacia la cabina asistencial y en la parte delantera. Meses escribiendo como no puede saltar la alarma del detector CO, ya que se carece de ella, estando en riesgo en el vehículo y en cualquiera de los avisos a los que se asiste. Meses sin extractor de humos en la cabina asistencial, entre otras deficiencias. Meses comunicándoselo al responsable y esperando una solución, denuncian los trabajadores.

Ya estamos con pijadas Respuesta de la empresa ante los fallos de seguridad

Los trabajadores denuncian la falta de respuesta por parte de Autransa, antigua Ambuibérica, ante una clara falta de mantenimiento de los vehículos, apatía y falta de control.

Una situación intolerable, dicen los trabajadores, que pone en riesgo a los profesionales sanitarios y a los pacientes.

Dicen los trabajadores que la mejor forma de terminar con esta situación sería internalizar el servicio de transporte urgente de pacientes como una pata más del servicio cántabro de salud.

Extremo este al que no está dispuesto el actual gobierno regional. El consejero de salud, Cesar Pascual, ha insistido esta misma semana en el Parlamento de Cantabria que ni es necesario ni es la solución para acabar con los problemas del servicio. "No cuenten con nosotros para internalizar el servicio de ambulancias. La solución es la buena gestión".

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