Resumen en vídeo: Fin de temporada feliz para un Racing cuya afición despide cariñosamente a varios jugadores

Parecía un cuento de hadas. A los 27 minutos, el Racing goleaba 3-0 al Cartagena en El Sardinero, con dos goles de dos chavales del Rayo Cantabria, Mario García y Yeray, y el otro del delantero preferido de La Gradona, Cedric. Una inoportuna lesión en las cervicales le lastró durante toda la temporada, y desde la llegada de José Alberto su papel en el equipo fue ínfimo, testimonial. El técnico asturiano apostó siempre por Baturina de inicio, con Matheus como recambio. Hasta ahí; Cedric y Gassama tenían abono en primera fila de banquillo.

Eso no quita que, al menos en sala de prensa, José Alberto se deshiciera en halagos hacia todos sus jugadores siempre que le preguntaran, incluido hasta Bobadilla, que pudo despedirse de la afición jugando los últimos minutos del partido. Y ayer creo que todos se hicieron acreedores a los cumplidos de su entrenador. Los Arturo Molina, Unai Medina, Eneko, Fausto Tienza... todos merecen el aplauso del racinguismo. Han sido grandes profesionales a las duras (cuando les ha tocado rascar banquillo) y a las maduras (sobre todo el año pasado en la temporada del ascenso con Romo en la banda).

De inicio saltaron al campo 8 jugadores distintos a los de Oviedo hace 7 días: Parera, Medina, Eneko, Tienza, Arturo, Peque, Yeray y Cedric. Solo repitieron Mario García (cuando el titular es Saúl), Mantilla (más de lo mismo, su puesto suele ser para Germán Sánchez) y Juergen.

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INICIO DEMOLEDOR:

Y es que el Racing salió en el último partido de la temporada a avasallar al Cartagena... Más intenso, más concentrado, y más efectivo. Peque estuvo soberbio en la media punta; a los cuatro minutos envió a la izquierda a Cedric, que en el piquito del área esperó el momento oportuno para ceder el balón en horizontal a Mario, que colocó el cuerpo en la posición perfecta para golpear de primeras con la izquierda a la escuadra derecha de Marc Martínez. Una absoluta obra de arte.

El Cartagena se sobrepuso, dominó más la posesión de balón, pero sin llegadas claras a la meta de Parera. En esas estábamos cuando a los 20 minutos llegó el zarpazo definitivo. Balón que llega al extremo diestro, donde Yerai a pierna cambiada percutió hacia el centro, y al borde del área chutó a puerta; el balón golpea en la defensa y desvía claramente la trayectoria dejando con el molde a Marc. La Albericia 2-0 Cartagena.

Y a los 27 se produjo la justicia poética, la redención del héroe verdiblanco que esperó su oportunidad. Pase perfecto en profundidad de Peque, que ve el desmarque de Cedric. El ariete disparó con el alma un misil que no iba precisamente a la escuadra, pero es que la violencia del tiro hizo imposible cualquier reacción del portero.

REACCIÓN Y DESPEDIDAS:

Con el partido sentenciado y el 12º puesto en el bolsillo (ver para creer... ¡¡¡duodécimos!!!) el Cartagena tiró de orgullo y al menos maquilló el resultado con el tempranero cabezazo a gol de Pablo Vázquez, en un claro error de marcaje defensivo del Racing, que no se enteró de que el partido se había reanudado hacía 2 minutos...

De ahí al final, las ocasiones vinieron propiciadas por robos y peligrosas contras del Racing, como la que acabó con un tiro cruzado de Peque que obligó a estirarse abajo a Marc, o el paradón de Parera que provocó otra galopada verdiblanca, en este caso de Mboulá, que cedió el gol a Pombo, aunque el disparo cruzado del maño no tuvo mucho veneno.

Mboulá y Pombo estaban en el campo porque antes José Alberto sustituyó a Peque y Arturo Molina. Arturo jugó sus últimos minutos como racinguista, al igual que Tienza, que ayer fue el capitán. Quién sabe qué pasará con Cedric, con dos años aún de contrato. Pero su adiós al ser sustituido (y al final del choque con los cánticos de La Gradona) sonó a algo más, a despedida...

FIESTA FINAL:

La quinta victoria seguida en casa (tras Albacete, Granada, Ibiza y Eibar) fue quizá la menos celebrada por grada y jugadores; normal, la salvación ya estaba en el bolsillo, y apenas había 10.000 espectadores en El Sardinero. Pero dejó el buen sabor de boca de querer ver más. De comprobar cómo será la evolución de un equipo que no tiene límites con José Alberto. Ahora es el turno de Martija y los despachos. Ver el límite salarial disponible para volver a ilusionar a una afición que está en perfecta sintonía con cuerpo técnico y jugadores.

La pesadilla de ascender a Segunda y volver al pozo ya es historia. Por fin. Los nuevos compañeros de viaje serán Racing de Ferrol y Amorebieta. Faltan otros dos. Y el Racing y sus aficionados se ahorran los largos desplazamientos a Las Palmas y Granada. No está mal. Ahora toca afianzarse en la categoría y, por qué no... ver si podemos soñar con algo más; los ejemplos de Albacete y Andorra también dejan claro que los modestos pueden jugar por cotas mayores.