La Fiscalía cambia de criterio y acusa de homicidio a los dos implicados en la pelea de Boo
Los dos jóvenes de 19 y 20 años, vecinos del municipio, permanecen en prisión desde el día de la agresión que terminó con la vida de Carlos Cubillas
Santander - Publicado el - Actualizado
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La Fiscalía de Cantabria ha cambiado su criterio y ha retirado el delito de omisión del deber de socorro a los dos investigados por la mortal agresión en el apeadero de Boo de Piélagos, que tuvo lugar en febrero de este año y en la que falleció, Carlos Cunillas, un joven de 21 años de Polanco.
El ministerio público les imputa ahora un delito contra la vida (homicidio) y se lo atribuye a ambos, al entender que actuaron de forma concertada en la paliza, según testigos presenciales y tal y como ha trasladado el fiscal este miércoles al juez instructor.
Ha sido durante una comparecencia convocada por el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Santander para que las partes personadas concretasen qué delitos imputan a los procesados, de 19 y 20 años, vecinos del municipio donde ocurrieron los hechos, y que están en prisión provisional desde entonces.
Las defensas, por su parte, han solicitado el sobreseimiento de la causa y una de ellas, en caso de que se deniegue esta petición, la reconstrucción de los hechos.
AGRESIÓN BRUTAL
El suceso tuvo lugar sobre las siete de la mañana del día 3 de febrero, sábado, en el apeadero de Boo, donde se bajaron los investigados y la víctima después de una breve discusión dentro del tren minutos antes.
Ya fuera del convoy se produjo una agresión conjunta durante la cual los dos procesados propinaron puñetazos y patadas a Carlos Cubillas, hasta arrojarle a las vías del tren, donde falleció.
Tras lo sucedido, el magistrado encargado de la investigación abrió diligencias por homicidio, al considerar que se produjo una "brutal agresión" de los dos encausados al fallecido.
En la resolución, en la que decretó el encarcelamiento preventivo, aludió a dos testigos que vieron cómo los implicados "arrastran a la víctima por la fuerza" hasta el apeadero, donde comenzaron a pegarle "puñetazos en la zona de la espalda y de los costados".
Señaló también que si bien en ese momento el forense no pudo determinar la causa inmediata del deceso, "es meridiano que lo que sí informa es que la muerte es de etiología 'violenta en estudio', es decir, no causada por una circunstancia endógena a la víctima, sino exógena".