Un robot de la Guardia Civil descenderá hasta el pecio del Vilaboa Uno

La Comisión de Investigación de Accidentes Marítimos del Ministerio de Transportes iniciará este miércoles los trabajos de investigación del naufragio del 'Vilaboa Uno' en Santander, en el que hubo dos fallecidos, para determinar "qué es lo que ha fallado". Además, este miércoles, 5 de abril, un robot de la Guardia Civil se sumará a la búsqueda del pescador desaparecido.

Así lo han anunciado el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, tras reunirse con miembros de Salvamento Marítimo de Santander, armadores, que están "muy afectados", y familiares de las víctimas. El ministro ha calificado de "súbito", "inesperado e "inexplicable" naufragio.

Planas ha indicado que este miércoles la Guardia Civil dispondrá de un robot que podrá, a la profundidad en que previsiblemente se encuentra el barco, es decir, entre 120 y 130 metros, obtener imágenes que nos permitan de manera más concreta "saber cuál es la situación".

"A partir de ahí, lógicamente, tendrá que ser Salvamento Marítimo quien nos indique los siguientes pasos a dar", ha apuntado Planas, que espera y desea, sobre todo por la familia, que el cuerpo sea encontrado "lo antes posible".

Asimismo, ha avanzado que a partir del miércoles empezarán los trabajos de la Comisión de Investigación de Accidentes Marítimos del Ministerio de Transportes, que es quien lleva a cabo cuando se producen accidentes con resultado de muerte en la mar todas estas investigaciones. Según ha apuntado, la Guardia Civil continúa su tarea como policía judicial al haber una investigación judicial en marcha tras producirse dos muertes ya confirmadas y probablemente una tercera muerte, cuyo cuerpo aún no ha podido ser encontrado.

El ministro ha explicado que ante un accidente trágico con resultado de muerte siempre hay una doble investigación, por un lado, la judicial y por otro la administrativa.

"Este hecho yo creo que a todos nos ha turbado particularmente no solo por los muertos sino por lo súbito, inesperado y, en estas circunstancias, al momento de hoy, inexplicable, pero precisamente por eso hay una Comisión de Investigación cuyos trabajos hay que respetar y una investigación judicial porque tienen que ser quienes determinen qué es lo que ha fallado para que se produjera este naufragio", ha manifestado.

Planas ha reconocido que es un momento "duro, muy duro" para todos los tripulantes, las familias y los amigos de los fallecidos y del desaparecido, así como para todo el mundo del sector pesquero y para Cantabria y Santander, donde tenían su residencia y su trabajo.

Así, ha trasladado el "apoyo" y la "solidaridad" del Gobierno de España y ha confirmado "la voluntad de continuar las tareas que nos competen en el ámbito de nuestras competencias".

De esta forma, ha subrayado la voluntad de "todos", tanto de los gobiernos de Cantabria y de España, de trabajar conjuntamente para "hacer algo que en estas circunstancias es totalmente imposible: aliviar la pena, el dolor que tienen todos, no solo los familiares y amigos de los fallecidos, sino todos los que conocían a los que han perecido en esta tragedia".

Seguir buscando

Por su parte, el presidente Miguel Ángel Revilla ha agradecido la presencia del ministro, que "desde el primer momento ante la tragedia ha estado en contacto con nosotros, preocupado, y ha querido venir en estos momentos tan complicados que estamos viendo".

El presidente cántabro ha apuntado que han mantenido un encuentro con Salvamento Marítimo para explicar "qué ocurrió, a qué horas ocurrió" y "confirmar que sigue la búsqueda", que "no se ha suspendido" en superficie y "mañana empezarán a actuar los robots para localizar el barco y ver qué posibilidades hay de ulteriores operaciones en el supuesto de que el cadáver del desaparecido esté dentro".

"No vamos a parar, vamos a utilizar todos los medios posibles para intentar localizar el cuerpo del desaparecido, cuyos familiares lo que quieren es tenerle, como le tienen los demás, en una situación muy complicada, de angustia", ha aseverado.

Asimismo, ha apuntado que los armadores han dado "alguna explicación, pocas porque no entienden que lo que ha pasado en un barco, con calma chicha, parado y sin carga". "Un barco que está acostumbrado a mares tremendas en el Cantábrico durante su trayectoria, es un barco que no es viejo, es del año 2000, y que estaba aparentemente en buenas condiciones. Qué ha podido pasar para que de repente en cinco minutos se vaya a pique, ya digo, en unas condiciones absolutamente favorables para la estabilidad del barco", ha añadido.