25 años de "El Corte Inglés" en Santander: Opción de ocio y un revulsivo para el pequeño comercio
Ciudadanos del centro y Agustín Ordejón (gerente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo de Santander) recuerdan lo que supuso la apertura del primer gran centro comercial
Santander - Publicado el - Actualizado
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El 7 de mayo de 1999 se inauguró el primer "Corte Inglés" en Cantabria, denominado "Centro Comercial Bahía de Santander". Un espacio comercial y de ocio que genera más de 3.700 empleos, de los cuales 1.400 son directos. Fue un antes y un después para la capital cántabra y municipios del arco de la bahía, que encontraron una nueva alternativa para realizar sus compras, o pasar unas horas en su amplia oferta hostelera y de ocio.
COPE Cantabria ha querido acercarse a varios vecinos del centro de Santander, para analizar con ellos qué supuso la inauguración de este centro comercial; María recuerda que por aquel entonces "yo trabajaba en una tienda minorista. Pensábamos que iba a hacer bastante pupa, pero no. Como está un poco apartado, la gente se tiene que desplazar; hay oferta para todos..."
"FUE EL NO VA MÁS... TE PERDÍAS PORQUE ERA ENORME":
El caso de Luisa es claro; se queda en la ciudad: "Como no conduzco ni tengo coche, compro en el centro. Recuerdo el 'boom', pero poco a poco se fue apagando. Sí veo que influye más en la gente del centro que cualquier marca ocupe un edificio histórico. En eso la gente sí hace bulla...".
Para Esperanza, la apertura de El Corte Inglés "fue una revolución, el no va más... te perdías, porque era enorme. Yo estaba acostumbrada a los edificios verticales, en plantas, y esto era horizontal... Vivo en el centro y suelo comprar en el centro; para ciertas cosas, electrodomésticos y eso en el Corte Inglés, pero para el día a día lo hago en el centro".
"COMPRABAS MIENTRAS LOS PEQUES JUGABAN":
Es el mismo caso de Lucía, que tuvo que hacerse al nuevo espacio en una amplísima planta baja: "Lo recuerdo como... '¡Que viene El Corte inglés!', porque antes íbamos al de Bilbao o Madrid. Está muy bien, pero yo aquí siempre me pierdo, porque vamos en redondo... (risas) Pasó como el Pryca en su momento, que se decía que Santander se iba a ir a pique, pero es que el problema del centro es el aparcamiento. Cuantos más centro se hagan fuera, más nos iremos fuera a hacer las compras...".
Carlos encontró novedades interesantes con la apertura del centro comercial: "Se amplió la oferta en productos y marcas que no eran conocidas en Santander. También fue muy importante la zona de juegos para los pequeños, que se quedaban jugando mientras los padres hacíamos la compra... Y no te llovía. Parecía que la gente no ba a ir al Mercado de la Esperanza, y fue mentira; porque tienen sus clientes y esos no fallan nuca. Y el pequeño comercio, en alimentación, creo que no lo notó mucho; en ropa puede, la oferta se amplió, pero sobre todo afectó a los grandes almacenes que había en Santander, que a las pequeñas tiendas".
"HA SIDO UN REVULSIVO PARA EL CENTRO DE LA CIUDAD":
Otra pata del banco importante era el pequeño comercio de la capital cántabra. ¿Cómo afectó la decisión de construir "El Corte Inglés" a las afueras de Santander? Agustín Ordejón es el gerente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo de Santander: "Al principio fue un poco 'que viene el lobo, que viene el lobo...'. Pero al final el lobo no se comió a las ovejas, y ahí seguimos".
"En su momento tenías un poco de miedo por el desconocimiento. Es verdad que si hubiera estado en el centro de Santander, hubiese sido un motor. Si me preguntas a día de hoy, creo que la instalación de "El Corte Inglés" ha sido muy positiva. Al ver una competencia, nos hizo espabilar, adaptarnos, abrirnos los ojos, o hago algo o yo aquí me muero... Ha sido un revulsivo para el centro de la ciudad, para que el propio empresario tenga que ponerse un poco las pilas y empezar a hacer cosas que les pueda ayudar a avanzar".