Hoteles bajo presión: la polémica normativa que exige más datos personales de los huéspedes

Desde este lunes, los hoteles, agencias de viajes y alquiladoras de vehículos se enfrentan a  un nuevo desafío administrativo: recopilar más información personal de los clientes. Según la normativa recién implementada, debemos registrar datos adicionales como el teléfono fijo, móvil, correo electrónico, número de viajeros, y hasta detalles sobre métodos de pago, como tarjetas de crédito. La medida, que busca fortalecer la seguridad ciudadana, está generando controversia por su aparente impacto en la privacidad y protección de datos.

Hasta ahora, bastaba con datos básicos del DNI, pero este nuevo sistema parece entrar más profundamente en la vida privada de los huéspedes. ¿El objetivo? Según el Ministerio del Interior, mejorar la seguridad y garantizar un mayor control. Sin embargo, la sensación de que esta medida vulnera la intimidad está latente entre hoteleros y clientes.

¿Qué implica la nueva normativa?

Más datos sensibles: Además de los básicos, ahora también se exige el parentesco entre viajeros y la edad de los menores.

Nuevos registros: Los hoteles deben inscribirse en una plataforma llamada OTTO, sustituyendo el actual sistema con la Guardia Civil.

Cambios en los plazos: Viviendas turísticas y agencias de viajes tendrán 24 horas para reportar la información recopilada.

Además, esta normativa establece que, si el cliente se niega a proporcionar los datos solicitados, el hotel estará obligado a negar la reserva o incluso el acceso a la habitación. Una medida que pone a los hoteles en una posición complicada, entre el cumplimiento de la ley y la posible molestia de los clientes.

¿Un dilema legal?

Otro punto crítico es la legalidad de almacenar copias de los DNI para garantizar la exactitud de los datos entregados. Actualmente, esta práctica es ilegal, pero el volumen de información solicitado hace casi imprescindible tener un respaldo. Esto crea una contradicción entre normativas que debe resolverse antes de que la medida sea de aplicación definitiva.

Los hoteleros tienen hasta el 13 de diciembre para presentar alegaciones, intentando que los requerimientos se limiten a los datos estrictamente necesarios. Aunque históricamente el sector ha cumplido con todas las normativas, este nuevo marco podría generar un impacto negativo tanto en la operatividad como en la relación con los clientes.

¿Por qué tanto control?

La justificación oficial apunta a la seguridad ciudadana. Sin embargo, muchos en el sector turístico se preguntan si la normativa no está cruzando una línea roja en términos de privacidad. Además, preocupa la implementación en viviendas turísticas y plataformas de reserva online, donde el control previo ha sido menos riguroso que en los hoteles.

Los hoteles ya han comenzado a registrarse en la nueva plataforma, pero surgen dudas sobre cómo será el día a día con estas nuevas exigencias.