Una cántabra en la Patagonia: "Tuve que comer nieve para no deshidratarme"

Silvia Sáiz nos cuenta su experiencia en el Reto Pelayo Vida junto a otras cuatro mujeres supervivientes de cáncer

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Silvia Sáiz y su experiencia en la Patagonia

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

La reinosana Sonia Sáiz, primera cántabra en participar en el Reto Pelayo Vida, relata una experiencia marcada por "la unidad y el trabajo en equipo", dos características indispensables para superar el desafío más importante de su vida.

Sáiz completó el año pasado, junto a otras cuatro mujeres supervivientes de cáncer, en el extremo sur del continente americano, un circuito de 70 kilómetros que trascurrió junto a los míticos cerros Fitz Roy y Torre y que culminó con la ascensión al Gorra Blanca, cumbre de 2.920 metros situada en el límite de Argentina con Chile.

Para la cántabra, la preparación emocional fue clave: "Por suerte, nosotras hicimos muy buen equipo, pero cualquiera puede pinchar de manera individual y arrastrar al resto en cualquier momento del reto. Teníamos que mantener la cabeza muy fría y saber qué hacíamos, dónde estábamos y qué era lo que queríamos conseguir. Hubo momentos muy duros", asegura Sáiz.

"En ningún momento se me pasó por la cabeza tirar la toalla", afirma la reinosana tras haber desafiado a la tercera extensión helada más grande de la tierra: "La ascensión del Gorra Blanca fue muy dura. Parecía que estaba ahí, pero nunca llegaba. El último tramo tuvimos que comer nieve porque estábamos deshidratándonos, pero en ese momento pensé en toda la gente que nos estaba apoyando desde abajo y les dije a mis compañeras que teníamos que conseguirlo por ellos. Nunca me plantee rendirme".

Para Sonia, el momento más bonito fue nada más pisar tierra firme tras haber conseguido realizar el objetivo: "la mejor sensación que sentí es que llegamos todas juntas. Unidad, equipo, comunión... lo logramos las cinco juntas trabajando en equipo. Me llevo a cuatro amigas para toda la vida".

REFERENTE Y EJEMPLO

Tras conseguir la proeza, Silvia, que disfruta de la montaña siempre que su trabajo se lo permite, anima a todas las mujeres que se ponen en contacto con ella para preguntarle por su experiencia: "Se lo recomiendo a todas las que me hacen cualquier tipo de consulta. Eso sí, también les digo que tienen que prepararse mucho, tanto física como mentalmente".

La Costa Quebrada y el verde sustituyen a la Patagonia y el blanco, pero para Sonia, mantenerse cerca de la Montaña es el "reseteo y la desconexión semanal" que cualquier ser humano necesita: "disfruto absolutamente todo lo que rodea a la montaña. Para mí, significa TODO".

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