Fuentealbilla, un pueblo manchego de 2.000 habitantes, finaliza su primera temporada de ópera, con gran éxito

Este sábado 30 de abril tenía lugar la representación de "Il Trovatore" de Giuseppe Verdi en Ópera Fuentealbilla, con la que se cerraba el ciclo lírico en su primera temporada tras "Aída" (27/marzo) y "Don Giovanni" (17/abril)

Ópera Fuentealbilla es un ambicioso proyecto que está trayendo una programación lírica estable a la comarca de la Manchuela y que cuenta con el apoyo del Programa de Artes Escénicas de la JCCM, empresas colaboradoras, más de 350 abonados, importantes ingresos por taquilla, y la colaboración de otras entidades públicas como Cultural Albacete, el Ministerio de Cultura y el propio ayuntamiento de la localidad.

La velada fue memorable de principio a fin, en línea con la gran calidad de los espectáculos que se ofrecen y el alto nivel del público asistente. En este caso, además, la producción corrió a cargo de Producciones La Folía, una empresa de nuestra provincia que lleva años en el mundo de la ópera por toda España, con notable éxito.

El alcalde y el concejal de cultura de la localidad, Ángel Salmerón y Juan Ramón Pardo, recibieron a invitados como Diego Pérez, Delegado de Cultura de la JCCM, Antonio González, Director de la Fundación Globalcaja Albacete, y Javier Escribano, alcalde de Casas Ibáñez.

La programación cultural tendrá su colofón también con Ópera, pero en Nueva York

Un total de 25 abonados tendrán la oportunidad de viajar a la “Gran Manzana” a finales de este mes de mayo, como nos ha contado Juan Ramón Pardo, concejal de Cultura y programador cultural de Fuentealbilla.

Realmente es inusual que un pueblo de poco más de 2.000 habitantes ofrezca, no solo a sus vecinos, sino también al resto de la comarca, una programación cultural de este nivel, que este año por primera vez ha programado una temporada de ópera, y anuncia que para el otoño ya tienen en cartera algunas óperas más.

Para Juan Ramón Pardo, es astrofísico de profesión, y un profundo amante de la cultura, con ganas de compartir con sus paisanos su gusto por la música con mayúsculas, y demostrando que es posible que estas actividades culturales sean asequibles y posibles en la llamada España vaciada, y un modo de evitar su despoblación.