CRÓNICA

ASPRONA un festejo que habrá que repensar

Crónica de Lorenzo del Rey de la 49ª edición de esta corrida benéfica que tuvo el triunfo numérico de Rubén Pinar, que salió a hombros una vez más

ASPRONA Media entrada

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

¿Medio lleno o medio vacío? Porque si miramos el contenido por el lado positivo, pondremos en valor que el fin de esta corrida es ayudar a continuar con la labor encomiable que hace Asprona con las personas con discapacidad intelectual y que, al hilo de esto, el matador de toros de Santiago de Mora, Rubén Pinar, decidió donar íntegramente sus honorarios para la causa, como se dice. Ojalá que, de cara al futuro, otros diestros tomen ejemplo y la anteriormente conocida como La Corrida de España, sea solidaria, pero solidaria de benéfico, no de beneficio, pequeña pero gran diferencia.

Porque, a día de hoy, no es una barbaridad  pensar que está en peligro la continuidad y viabilidad de un festejo que ha sido fecha clave en la temporada taurina y que actualmente se encuentra en un momento muy alejado de éxitos pasados. El mundo del toro no puede permitirse el lujo de dejar caer otro símbolo en una plaza y ciudad como es la de Albacete. Sería muy triste que por causas internas se dejase de celebrar este festejo. ¿Soluciones? Una podría ser que, en un futuro pliego de adjudicación de nuestro coso, se apuntase que la empresa concesionaria organizase el evento y el beneficio fuese para Asprona. Cartel ilusionante, política de precios atractiva, promoción y difusión a todos los niveles, y así se podría reflotar una corrida histórica que pasa por horas muy bajas.

Y entrando en materia artística, el pacense Miguel Ángel Perera inauguró la tarde recibiendo de capa a ‘Componente’ con más disposición que resultado. El cuatreño de Daniel Martínez se dejó pegar empujando levemente con un pitón y casi acostándose en el peto. Tras un quite de poco contenido, se pusieron banderillas como el que va a fichar a la oficina y se dio paso a una faena de muleta marcada por un toreo de cercanías, templado a media altura condicionada por la blanda, mansa y descastada condición del toro. Como un arroz blanco, vaya. Correcto pero sin pizca de emoción. Tras cuatro pinchazos y pinchazo hondo, con golpe de descabello, se difuminó la posibilidad de conseguir algún trofeo. Ya con el cuarto, ‘Saleroso’ por nombre, tampoco hubo salero, valga la redundancia. Y mucho menos casta. Nada en varas, banderillas ni en muleta. Perera sólo pudo cumplir el expediente en un largo trasteo y cortó una oreja de Asprona, es decir, de muy poquito contenido. 

Cayetano se las vio con el segundo de la tarde, de nombre ‘Ilustrado’, que cabeceó en el puyazo que se le recetó y que anduvo con ese aire mansete y ayuno de casta en todos los tercios de la lidia. Su quehacer muletero fue poco lucido por despegado y ausente de transmisión ante un astado que terminó rajado y muy a menos. Lo mejor, por no decir lo único rescatable, la efectiva estocada, sin duda. Con el quinto, ‘Jardinero’, tampoco se sembró ni aún menos germinó lo que siempre fue un toro bravo y encastado. Pasó de puntillas por el caballo y acudió casi por inercia en banderillas. En el último tercio, poco se pudo hacer ante una embestida descompuesta que cada vez se fue acortando más y más, a pesar de que se alargó todo más y más de forma innecesaria.  Con la espada, mejor pasemos página... 

En el tercer capítulo, saltó al ruedo ‘Tarifeño” siendo recibido a porta gayola por Pinar en un lance que casi le cuesta un disgusto. Hubo animosidad a la verónica metiendo riñones en el tercio del tendido 4, aunque tardeó en varas y apenas se empleó en el peto, saliendo a su aire, además. En banderillas, no hubo orden ni concierto por parte de la cuadrilla del albaceteño. Ya en la muleta, tras un ocio genuflexión en tablas del tendido 1, se enhebró una faena donde Pinar proponía y el burel descomponía por su mansa, parada y descastada condición. En estas, Pinar fue prendido y cayó de aparatosa manera. Tras un rato de incertidumbre, regresó a torear sin chaquetilla y enfibrado. Tras un par de series  de ayudados, cobró estocada un punto desprendida y un golpe de descabello, cortando una oreja con petición de la segunda. Y en el toro que ponía fin al tedio, llamado ‘Templador’, pues casi idéntico guión que en el resto de la tarde, es decir, res de res en los dos primeros tercios, incluso despuntándose el pitón derecho en el encuentro en el caballo, porque ya se sabe que las desgracias nunca vienen solas... Rubén comenzó a diestras ligado y templado  pero se fue diluyendo todo entre amagos de rajarse. El de Santiago de Mora porfió de todas maneras y modos hasta que logró caldear suficiente el ambiente, se tiró a matar y pinchó dos veces sin soltar, luego una estocada algo caída y cortó un trofeo que le abrió una puerta grande (la séptima consecutiva en Albacete) ciertamente chica. En resumen de la tarde, malos tiempos para la lírica. Y peores aún para Asprona. Lastima. 

Ficha del festejo

Plaza de toros de Albacete. Media entrada.

49ª edición de la tradicional corrida a beneficio de Asprona. Se lidiaron seis toros de la ganadería de Las Ramblas, justos de presentación y pobres de  cabezas. Mansos y descastados. 

Resultado artístico:

Miguel Ángel Perera, saludos desde el tercio tras aviso y oreja tras aviso. 

Cayetano, palmas y ovación. 

Rubén Pinar, oreja y oreja. 

Al término del paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del Maestro Dámaso González. 

Festejo retransmitido por CMM.