Un camión de razones para apoyar al Cotolengo

Cuando todavía siguen contándose la cantidad de kilos de alimentos recogidos por la plataforma “También Somos Cultura” a beneficio de la institución Sagrado Corazón de Jesús, el resultado no puede ser más satisfactorio. Frente a la previsión de superar los 5.000 kilos, las primeras estimaciones hablan de que se ha duplicado esa cifra, rebasando los 10.000. Una gran noticia porque toda ayuda es poca para el Cotolengo y su encomiable labor social: en cifras de 2022, unos 80 desayunos y más de 400 entregas de comidas diarias. Por eso, es de justicia agradecer a cada persona o empresa lo que ha donado porque, ladrillo a ladrillo, se hace la casa de la solidaridad para cobijar a los más necesitados.

Y es que nobleza obliga a reconocer la labor de los toreros, novilleros y ganaderos anunciados en la tarde del 18 de mayo en la plaza de toros de Albacete. Porque cuando uno torea gratis, y además se trae su novillo-toro bajo el brazo, ya sea donado por la ganadería, por la empresa Casas-Amador o directamente comprado por el que se anuncia -es decir, que le puede llegar a costar dinero torear en el Cotolengo- hay que reconocer doblemente su altruismo.

Porque con la baza de los toreros albacetense, parece que ha tocado techo el número de de aficionados que acuden a la taquilla con motivo de la benéfica cita. Quizás manteniendo la parte local y sumando varios nombres de la parte alta del escalafón se obtendría un aspecto más boyante en los tendidos. Ya que el Ayuntamiento y Diputación han mostrado su firme y decidida implicación con la causa, la senda a seguir es la de promocionar aún más el festival y empezar desde ya a confeccionar un cartel aún más atrayente para conseguir una plaza a rebosar.

Porque si se han logrado más de 10.000 kilos de alimentos, no hay que escatimar esfuerzos para intentar alcanzar esa cifra de espectadores en el festival del 2025. Nada sería mejor que colgar el “No hay billetes” para honrar la memoria de un torero tan grande como Dámaso González, uno de los mayores protectores de su Cotolengo, o también para ensalzar la figura de aficionados como Rafael García “Zapaterito” que se desvivía por echar una mano allá donde se le necesitase. Es tarea de todos lograr que el festival del Cotolengo vuelva a ser ese evento al que todos querían ir. Así sea. Valor, y al toro.

Aquí tienes un link para ver un vídeo resumen de la tarde elaborado por Mariano Giménez.