Encuentran el cadáver de María Isabel, la conocida vendedora de la ONCE, en una vivienda
Algunas personas contaban que ayer mismo el presunto homicida había comprado dos kilos de cemento y arena
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Un cuerpo sin vida y una importante operación policial en el centro de la capital sembraba el asombro y el pánico entre los vecinos
“Asesino”, “Cabrón” y un sin fin de calificativos se oían a las puertas de la Calle Estrella de la capital, ubicadas entre el Parque de Abelardo Sánchez y el entorno del Campus de Albacete.
El continuo movimiento de forenses y policías entrando y saliendo del lugar despertó el interés de numerosos vecinos que se agolpan en los alrededores, observando para saber lo que pasa.
El triste desenlace lo conocíamos horas más tarde, cuando un hombre era detenido, presuntamente, en relación a la muerte de María Isabel de la Rosa Cózar, la conocida vendedora de la ONCE, desaparecida el pasado jueves, 19 de agosto, en Albacete.
Pasadas, las 21horas, la Policía Nacional sacaba de la vivienda al presunto autor, un hombre de unos 50 años, que era trasladado a la Comisaría en calidad de detenido.
Posiblemente, lo más escalofriante, es que algunas personas contaban que ayer mismo el presunto homicida había comprado dos kilos de cemento y arena, lo que explicaría la aparición posteriormente, de palas, picos en el trabajo realizado por la Policía Nacional para encontrar el cuerpo.
En estos momentos, la operación sigue bajo secreto de sumario y todo son incógnitas y poco a poco se irán resolviendo.
Para la localización del cadáver ha sido necesaria la intervención del Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) de la Policía Nacional, que ha empleado maquinaria de perforación, oxígeno y equipos de protección frente a gases nocivos.
Hasta el lugar también se desplazaron el Comisario Jefe de la Policía Nacional en Albacete, Florentino Marín; el subdelegado del Gobierno en Albacete, Miguel Juan Espinosa; la comitiva judicial y la jueza en funciones de guardia. Dichas presencias ya alertaban de la magnitud d ella operación y desencadenaban la curiosidad ciudadana a las puertas de la vivienda.