Se cumplen 20 años de la luna de miel de Felipe VI y Letizia: "La primera parada fue en Cuenca"

Como una pareja más de recién casados, los Reyes de España pasaron la noche en una habitación normal y visitaron los monumentos que destacan a Cuenca

Carmen Rodenas

Toledo - Publicado el - Actualizado

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Tal día como hoy, 23 de mayo, se cumplen nada más y nada menos que veinte años desde que unos recién casados y por aquel entonces Príncipes de Asturias, Don Felipe VI y Doña Letizia, arrancaban su luna de miel y la primera parada fue Cuenca.

No lo pensaron dos veces, Los Reyes supieron que sería un gran inicio de luna de miel pasear por el puente San Pablo, con la Hoz del Huécar y las Casas Colgadas. Por aquel entonces, nadie conocía el destino de los recién casados, era un total secretismo y cuando se supo que estaban en Cuenca, la capital conquense se convirtió en un hervidero de medios de comunicación nacionales e internacionales, curiosos y hasta turistas que esperaban ver a los jóvenes príncipes.

Noche en el Parador

Don Felipe y Doña Letizia se hospedaron en el Parador Nacional de Cuenca, como una pareja de turistas más: llegaron en su coche particular, Felipe llevaba su cámara de fotos al hombro e iban vestidos con ropa informal, vaqueros y chaquetas.

El director del Parador de Cuenca, Juan Serapio nos comentaba que siguen "recordando con mucho orgullo que fuimos muy partícipes en un acontecimiento histórico para la ciudad, pero además, los clientes nos lo siguen recordando también. Hay muchos clientes que nos siguen pidiendo la habitación en la que durmieron los reyes".

Una habitación normal en un edificio del siglo XVI, exactamente la número 305, "siempre nos pensamos que Los Reyes estarían en la suite, y no es así, porque en aquel momento, cuando se hizo casi el parador completo, se hizo una habitación actualmente en el interior, un poco histórico, pero bueno tenemos 19 habitaciones en el Parador. Esta concretamente tiene dos ventanales que dan al casco histórico".

Cercanía y naturalidad

Transmitieron lo que han trasmitido durante su propio reinado mucha cercanía y naturalidad, "llegaron al desayuno y ahí, pues como unos clientes normales" porque ellos querían estar con la gente como si fueran uno más, aunque para el resto de los que se hospedaban ahí, era toda una noticia.

Cuando se levantaron y tras desayunar, estuvieron visitando la Catedral conquense, el puente de San Pablo y desde Cuenca se dirigieron a Albarracín, en Teruel.