Un tallo de la simbólica higuera del poeta Miguel Hernández está ya en Cuenca: "Testigo de vida"

"Volverás a mi huerto y a mi higuera", decía Miguel Hernández en su poema 'Elegía'. Parte de esa higuera ya está plantada en el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha.

Carmen Rodenas

Publicado el - Actualizado

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Volverás a mi huerto y a mi higuera: por los altos andamios de las flores/ pajareará tu alma colmenera/ de angelicales ceras y labores”. Estos versos del poema ‘Elegía’ que el poeta Miguel Hernández dedicó a su amigo Ramón Sijé, en diciembre de 1935, han recobrado vida.

Cerca de 88 años después, uno de los últimos recuerdos del dramaturgo alicantino, ahora es testigo vivo de la vida y de una de sus obras más señaladas.

Miguel Hernández

Este poeta nació el 30 de octubre de 1910 en Orihuela (Alicante), hijo de una familia numerosa que se dedicaba a la cría de ganado caprino. Miguel fue pastor de cabras desde muy temprana edad, iba a la escuela pero en 1925, a los 15 años, abandonó los estudios por orden paterna para dedicarse en exclusiva al pastoreo. Mientras cuidaba el rebaño, Hernández leía con avidez y escribía sus primeros poemas.

Uno de ellos fue ‘Elegía’, dedicado a su amigo de la infancia Ramón quién fallecía de una infección intestinal, a la edad de 22 años.

Aunque Hernández marchó a Madrid y escribió muchos poemas, este cobra sentido por sus referencias a la naturaleza y el medio rural. Su mención a la higuera no solo era para el poeta un lugar de sombra, descanso e inspiración. Los frutos que en ella crecen, los higos, eran los frutos preferidos de Miguel Hernández.

Esquejes

Una higuera en la casa del poeta es el tesoro mejor guardado del legado del poeta. De este árbol se han sacado cien esquejes y esta reproducción se inició en 2017 en colaboración entre el Ayuntamiento de Orihuela y la Universidad Miguel Hernández de Elche con el objetivo de dar continuidad a esta centenaria planta a la que, según los especialistas, no le quedarían más de quince o veinte años de vida.

Higuera del poeta Miguel Hernández

Un esqueje en Cuenca

Uno de los tallos rebrotados ya está en Cuenca. Se ha elegido el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha (MUPA) ubicado en la ciudad de las casas colgadas, que es el tercer museo más visitado de Castilla-La Mancha, para custodiar uno de los esquejes de este simbólico árbol.

El director del MUPA, Javier Semprún, ha explicado en los micrófonos de COPE, que este proyecto es muy especial para el museo "como soy un enamorado de la obra de Miguel Hernández pensé: esto tiene que venir a Cuenca y la verdad es que, escribimos sugiriéndolo, y la respuesta fue magnífica e inmediata. Hemos recibido el quinto esqueje y el siguiente va a Moncloa, estamos muy contentos". Así se une la ciencia con la paleontología, la biología y la literatura, cultura en el fondo.

¿Dónde está?

Al lado del gran dinosaurio que domina el jardín, nos contaba Semprún "en la parte más noble, según entras, vas a ver la placa con la higuera de Miguel Hernández, que esperamos que salude a todos los visitantes". "Lo ideal sería que creciera mucho, poner un banco y el que el que quiera escribir, lo haga inspirándose mirando a Cuenca".

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