Una chica de Guadalajara quiere seguir con el legado de su familia: "El campo"

Más de 150 jóvenes han asistido a la convocatoria informativa de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) dirigida a aquellos que estén interesados en lanzarse a la actividad agraria en la provincia de Guadalajara, a través de la nueva orden de ayudas de la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha, cuyas cuantías oscilan entre los 37.000 euros de la básica hasta los 60.000 euros si los beneficiarios cumplen una serie de requisitos.

Contarán con cinco tutores en la capital, uno en Sigüenza y otro en Molina que les ayudarán a tramitar sus planes empresariales y les prestarán todo el apoyo y asesoramiento necesarios para que puedan culminar con éxito su proceso de incorporación, acompañándolos y tutorizándolos durante cinco años hasta que consigan la certificación final.

Se suman a los cerca de 200 jóvenes que ya se han incorporado al campo de la mano de APAG, que representan una tasa de relevo de un 5% respecto al número de expedientes PAC, que está en torno a 4.000.

Tercera generación

Entre esos nuevos 150 aspirantes a profesionales del sector agrario de Guadalajara, se encuentra María Sánchez.

Con 19 años, esta joven natural de Tendilla sería la tercera generación dedicada a la agricultura en su familia.

"Mi abuelo siempre ha sido agricultor, mi padre es agricultor, mi hermano es agricultor; a mí me han dado la oportunidad de poder serlo y la verdad es que es un mundo que me gusta bastante", señala, sabiendo que la agricultura le permitiría dar rienda suelta a su espíritu inquieto, porque "puedes estar de un lado para otro, investigando las cosas, cada día aprendes algo nuevo y, además, en España hace falta una buena renovación generacional en el tema agrícola".

Y es que, además de la vocación familiar, a María le mueve la certeza de que la actividad agrícola "es una buena oportunidad de negocio que se deberían plantear muchos jóvenes, ya que puedes tener unos grandes ingresos y también una productividad bastante buena para lo que es el entorno rural en España", especialmente si se trata del cultivo de espárragos, que es precisamente al que se quiere dedicar ella.

De hecho, pese a que los cultivos familiares sean básicamente de secano, como trigo, centeno, cebada o girasoles, distribuidos por hasta once términos de la Alcarria, desde Romanones a Tendilla, pasando por Armuña, Loranca o Moratilla, esta futura agricultora se ha decantado por los espárragos, como su hermano.

Ir al campo con mi padre

"Aunque son tres meses súper duros, luego no es tan exagerado como el tema secano, que es lo que lleva más mi padre, que tienes que estar todo el año en ello", explica, asegurando que "la rentabilidad que te dan los espárragos es muy grande en comparación a lo que te puede dar el secano", incluso a pesar de que, tal como añade, "para trabajar los espárragos no se puede llevar a lo mejor unas hectáreas sola; aparte de estar trabajando tú en el día a día, tienes que tener más trabajadores".

En definitiva, María Sánchez se está empleando a fondo en formarse en el sector agrícola para poder encontrar en él, su proyección profesional más exitosa. Así, tras haber hecho "un curso de joven agricultor", ahora va a intentar compatibilizar su formación tutorizada durante cinco años por APAG con sus estudios de Economía, actualmente en su 2º curso.

Sin embargo, lo que tiene claro es que el mejor aprendizaje "es ir con mi padre al campo; lo que más ayuda es la experiencia".